Hay un sitio en la tierra que en los últimos años ha fusionado de manera magistral su historia multicultural y los destellos del siglo XXI. Hablamos de Ciudad del Cabo, una urbe delirante cuya atmósfera creativa se puede apreciar por todos lados; en pequeñas galerías independientes, en los muros de las calles y en hoteles boutique. Un ejemplo de lo anterior es el Gorgeous George, un alojamiento en el que se mezcla con maestría lo clásico con lo contemporáneo.
Foto: cortesía Gorgeous George
Este joven alojamiento –abrió sus puertas en abril de este año– es el primer hotel en la ciudad en formar parte de Design Hotels. Esto se puede apreciar en la propuesta arquitectónica que tienen los dos edificios históricos del centro de Cape Town en los que se ubica. Recientemente estas construcciones se restauraron y ahora comparten la terraza del rooftop. El diseño interior corrió a cargo del renombrado Tristan du Plessis, quien hizo una delicada curaduría con los objetos contemporáneos que hay en el Gorgeus George.
Este hotel invita a cualquier viajero a vivir una experiencia local en la ciudad. Tiene 32 habitaciones, ideales para parejas y para estancias tanto de placer como de negocios. En cada cuarto resaltan los materiales industriales, como concreto y metal, y una multitud de muebles estilo victoriano. Además, en la pared de cada alcoba resalta un mural pintado por el artista David Brits.
Por otro lado, hospedarse aquí también significa consentir al paladar. En la terraza hay un restaurante a cargo del chef ejecutivo Guy Bennett, quien siempre cocina platos de temporada en los que se le hace un guiño a la gastronomía sudafricana. Además, a un lado, la barra es atendida por el mixólogo de la casa Jody Rahme, que se inspira en lo tropical para mezclar tragos.
Gigi Rooftop. Foto: cortesía Gorgeous George
Personaje clave
El dueño del hotel es el alemán Tobias Alter. Tras un viaje a Ciudad del Cabo, el empresario vio los edificios y de inmediato visualizó el concepto de Gorgeus George.
Una habitación
Las suites de dos habitaciones, además de su característico mural, están equipadas con una tina de la época victoriana –que está fuera del cuarto de baño– y con cuantiosos muebles a la medida fabricados por Gregor Jenkins.
Foto: cortesía Gorgeous George
Espacio público
En el sexto piso –hasta arriba– se encuentra la alberca. Un oasis rodeado de camastros y plantas en el que hay una vista panorámica al centro de Cape Town. En las noches hay música en vivo.
Foto: cortesía Gorgeous George
Algo imprescindible
Es imposible no aprovechar la localización privilegiada del Gorgeous George. El hotel está a pocos metros del mercadillo Greenmarket Square y del parque Company’s Garden, a un kilómetro del muelle y a 10 minutos en coche de Table Mountain.
Un detalle
La primera impresión del hotel es totalmente artística. El fondo de la recepción es la imagen del plano de la ciudad, compuesta por más de 1.200 mosaicos, pintados a mano por la artista local Lucie de Moyencourt.
Foto: cortesía Gorgeous George
Restaurante: una recomendación del hotel
En el Gigi se preparan costillitas de cordero picantes, cubiertas por una salsa de BBQ hecha en casa acompañadas con una salsa de mielie –el término afrikáans para maíz– y pepinillos picados.
Foto: cortesía Gorgeous George
Qué pedir en el bar (según el hotel)
El George of the Jungle, servido en un vaso de estilo tiki, es una mezcla semiamarga de Bourbon Bulleit, Tanqueray 10 pineapple, Campari y jarabe de fresas y jengibre sudafricano.
Foto de portada: cortesía Gorgeous George.
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