Destinos, Europa

Desde acantilados hasta parques de diversiones: 7 playas en Reino Unido

Reino Unido es mucho más que Inglaterra e Inglaterra es mucho más que Londres. Aquí algunos destinos playeros para disfrutar cuando salga el sol, con cerveza en mano.

POR: Paulina Figueroa

Es fácil pensar en Reino Unido e inmediatamente imaginar autobuses rojos de doble piso y lluvias constantes. Sin embargo hay toda una costa que recorrer en la que, de vez en cuando, sale el sol y hace calor.

Brighton

Foto: Paulina Figueroa

Perfecta para visitar por un día o todo un fin de semana. El mayor atractivo de Brighton es el Palace Pier, un parque de diversiones construido sobre un muelle que se extiende por encima del mar y que lleva funcionando en su forma actual desde inicios de los años 70. Visitarlo es un viaje en el tiempo en donde se puede escuchar a “The Who” como música de fondo.

Brighton no sólo ofrece nostalgia en la forma de maquinitas y carritos chocones, entre otras atracciones están el Royal Pavillion, un palacio del siglo XIX que no se ve en lo absoluto inglés gracias a sus fuertes influencias de arquitectura india e interiores con decoraciones chinas. Para opciones más contemporáneas, está The Lanes, en donde hay cafés, tiendas de ropa, vinilos, libros, antigüedades, todo lo necesario para tu hipster interior.

Para calmar el hambre, una buena opción es Little Fish Market, un restaurante cuyo menú cambia con cada temporada y cocina con ingredientes locales. Para la hora del té está Tart by Sugardough en Shelter Hall, un foodcourt situado justo en la playa y que reúne diferentes gastronomías. 

Llegar a Brighton toma tan solo una hora por tren desde Londres, pero si deseas pasar una noche o dos puedes buscar una habitación en el  re-inaugurado The Grand Brighton o el Hilton Metropole y sentirte parte de la aristocracia victoriana.

Dungeness

Foto: Paulina Figueroa

La costa de Dungeness tiene aires post-apocalípticos. Su playa de guijarros es una de las más grandes en Europa y sobre de ella se encuentran diferentes edificaciones dispersas al azar: una central eléctrica abandonada, un par de faros, unos espejos acústicos construidos durante la Primera Guerra Mundial, algunas casitas que parecen estar vacías y un puñado de embarcaciones que parecen varadas entre las piedras. A pesar de no estar concurrida por humanos, Dungeness es hogar de una importante variedad de plantas, aves e insectos, algunos de los cuales solo se encuentran allí y que pueden ser observados en la Reserva Natural de Dungeness, no muy lejos de la playa.

Dungeness también fue el hogar del director y artista Derek Jarman, es muy fácil encontrar la que solía ser su casa por su distintiva fachada negra y por su jardín, compuesto por plantas nativas y pequeñas esculturas.

Hay pocas opciones para comer, están Snack Shack y The Pilot Inn justo en la playa, quizá lo más recomendable es llevar comida e instalarse cerca del mar, en caso de que no estén abiertos. En cuanto a alojamiento, se puede pasar la noche en alguna de las cabañas que están a pocos metros del mar y que tienen nombres como “Wi Wurri”, “Sulaco” y “Helvetia” y así despertar con vista a esta playa marciana y, si el clima lo permite, viendo la costa de Francia al otro lado del mar.

Margate

Foto: Paulina Figueroa

Después de haber sido un destino turístico importante en el país, Margate quedó en el olvido hasta que una ola de londinenses migró a la ciudad en busca de rentas baratas. Ahora, esta ciudad playera en Kent alberga el museo JMW Turner y será sede de la escuela de arte fundada por Tracy Emin, quien también planea abrir un museo que albergue toda su obra. Además de grandes instituciones culturales, Margate es el hogar pequeñas galerías de arte contemporáneo como Quench o The Pie Factory.

Otras atracciones de la ciudad son tan eclécticas como sus residentes. Están los obligatorios parques de diversiones ochenteros frente al mar, el Flamingo o el Dreamland que tiene un pista para roller disco en su interior y que fue rescatado por la comunidad para evitar su desaparición. Se puede nadar Walpole Tidal Pool es una alberca natural diseñada en 1937 o visitar Shell Grotto, una red de túneles recubiertos enteramente con conchas de mar que fueron descubiertos en 1835 y cuyo origen es desconocido por los habitantes.

Ubicada en el “Jardín de Inglaterra” y justo frente al mar, Margate tiene los ingredientes más frescos todo el año, razón por la que restaurantes como The Sun Deck y Buoy and Oyster deciden solo utilizar ingredientes locales y de pequeños productores de la zona. Vale la pena probar iconos locales como Mannings, una camioneta frente al mar que sirve  pescado y mariscos  frescos desde hace 50 años o el Old Kent Market, situado en lo que antes era un cine y lleva funcionando desde 1911.

Llangrannog y Mwnt

Foto: Paulina Figueroa

Llangrannog y Mwnt se encuentran al oeste de Gales y en ambas la playa es de arena y el agua tan fría como azul, además de que son frecuentadas por grupos de delfines y focas, incluso es común encontrarse con cachorros de foca en la playa, tomando el sol mientras esperan el regreso de su madre.

Mwnt se pronuncia Muint y es una bahía muy pequeña, hay que asegurarse de llegar temprano para alcanzar a comprar una taza de té y un paquete de Welsh Cakes, el pan dulce tradicional galés, que venden en la tiendita que está en la cima de la playa. Son tan populares que se acaban de inmediato.

Por su parte, Llangrannog está rodeada de piedra negra y es un poco más grande que Mwnt. Aquí no hay que luchar por el último paquete de pan dulce porque existen dos restaurantes que venden cervezas locales, helados y pizza.

St. Ives

Foto: Paulina Figueroa

Ubicada en Cornualles, al suroeste de Inglaterra, St. Ives es famosa por haber servido de inspiración a Virginia Woolf, por Porthmeor Beach, que atrae a surfistas de todas partes del mundo, por el Tate St. Ives, el cual alberga una gran colección de arte de la región y por “Seal Island” un conjunto de rocas  a 5 kilómetros de la playa que son el hogar de una colonia de focas grises.

Encontrar donde comer no es un problema ya que hay opciones para todos los presupuestos. Desde restaurantes que ofrecen la pesca del día, como Porthminster Kitchen o The Mermaid, uno de los mas antiguos en la ciudad, pequeños delis que venden comida y productos locales como The Cornish Deli, hasta sencillos pasties de St. Ives Pasty Bakery o Pengenna Pastie que pueden disfrutarse frente al mar.

Lulworth Cove

Foto: Paulina Figueroa

Lulworth Cove es una bahía protegida por riscos de piedra caliza, la playa es de piedras en lugar de arena y el mar tiene diferentes tonalidades de azul. Está ubicada en Dorset y es parte de la Costa Jurásica, una zona al sur de Inglaterra en donde se han llegado a encontrar restos fósiles de los periodos Triásico, Jurásico y Cretácico, es por esto que a un costa de la bahía se puede visitar el Fossil Forest, un antiguo bosque acuático que solía estar sumergido durante el periodo Jurásico.

La bahía es pequeña y está conectada al pueblo de Lulworth, donde hay varias opciones para comer y hospedarse en alguna cabaña inglesa, aunque quizá la mejor opción sea tan solo acampar cerca de los acantilados y tener una vista insuperable.

La ventaja de Lulworth Cove es que está a poca distancia de otras dos playas: Dundle Door, con su característico arco blanco y Man O’ War, una bahía aún más pequeña y recluida. Ambas son accesibles a pie.

 
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