La Paz es una de las ciudades más ignoradas por los visitantes de Baja California Sur, quienes usualmente se dirigen a los resorts de Los Cabos o a buscar las olas altas, si son surfistas. Sin embargo, lejos del barullo turístico, poco a poco se ha ido consolidando como un buen lugar de descanso, donde playa, buena comida, arraigo a la tradición y una escena artística que emerge se juntan para crear este pequeño rumor en ascenso.
QUÉ HACER
Con vista al mar
Una de las actividades más agradables es salir a caminar por su tranquilo malecón. Desde aquí se puede disfrutar una de las mejores vistas de la bahía mientras se observan las distintas esculturas de bronce que se exhiben a lo largo del malecón, todas relacionadas con el mundo marino y realizadas por algún artista distinto (como Juan Soriano u Octavio González). Al final del paseo se llega a una pequeña plaza llamada Vista Coral, donde el Café Capri es un favorito de los lugareños para sentarse al atardecer.
Para tomar una cerveza artesanal y bajar el calor, una buena opción es la Baja Brewing Corporation, la primera microcerveceríade Baja California. La idea es instalarse enla terraza sobre el malecón, pedir una de sus cervezas artesanales y disfrutar de la selección musical de Brian, el dueño del local. www.bajabrewingcompany.com
Paseo de arte
Por la mañana, una buena idea es hacer un recorrido por las diferentes galerías que están surgiendo en La Paz. De todas, una de las más importantes es el Centro Cultural La Paz. Ubicado en un edificio histórico, este lugar tiene espacio para exposiciones de arte y fotografía, salas de proyecciones de películas y conferencias, además de que continuamente se imparten talleres.
Av. 16 de Septiembre 120, esq. Belisario Domínguez; T. (612) 122 0065.
DÓNDE COMER
Las Tres Vírgenes
Calle Madero 1130
T. (612) 123 2226
Del mar al plato (casi), este lugar ofrece los ingredientes más frescos y una cava de vinos exclusivamente de Baja California. Carnes, mariscos, chiles, verduras frescas, todos los platillos se elaboran en el momento.
Bagel Shop y La Galería
Belisario Domínguez 291
T. (612) 125 5878
La parte de abajo es una tienda de bagels, arriba es una pequeña galería, donde los domingos, además, se realizan conciertos de distintos tipos. Es relajado y casual, ideal para desayunar.
Bismark-Cito
Álvaro Obregón s/n, Malecón
T. (612) 128 9900
Esta familia tiene dos negocios, uno frente al otro. Bismark-Cito es un restaurante en forma, frente a un puesto de (deliciosos) tacos de mariscos que se llama el Bismark II. El precio es muy asequible.
DÓNDE DORMIR
Carretera a Pichilingue km 7.5 T. (612) 123 6000
Av. Álvaro Obregón 440, Esterito T. (612) 125 5871
Escala en Espíritu Santo
Para organizar un recorrido como éste, llama a los expertos de Journey Mexico. Una vez en La Paz, la visita a Espíritu Santo es obligada. Se trata de una isla de calmadas aguas cristalinas, de 22 kilómetros de largo y a 25 kilómetros de La Paz. Espíritu Santo un área protegida y una reserva de la biosfera, por lo que la mano del hombre poco ha logrado tocar lo que aquí habita (por lo mismo, las instalaciones de hoteles y restaurantes son casi nulas). Para llegar hay que tomar una lancha. Por la distancia, el trayecto no es tan corto, pero sí muy disfrutable, así que lo mejor es relajarse y estar atento en el paisaje rocoso de las islas, y la mirada atenta porque, en cualquier momento, puede aparecer un grupo de delfines junto a la lancha.
Una vez en la isla, hay que pedir al lanchero que se dirija a Los Islotes, ubicados en el extremo norte de Espíritu Santo. Éste es uno de los puntos más atractivos para tirar el ancla y saltar al agua: hay decenas de lobos marinos tomando el sol, y si uno se anima, es posible acercarse a nadar muy cerca de ellos y practicar snorkel. Antes de navegar de regreso a La Paz, hay que hacer una parada para comer en alguna de las playas de la isla. En todas ellas, suele haber personas que cocinan la pesca del día —completamente fresca—, además de rentar kayaks y paddle board (o surf de remo) para salir a buscar mantarrayas, anguilas, peces globo, cangrejos y demás criaturas marinas.
No es gratuito que Jacques Cousteau haya nombrado a este lugar “El Acuario del Mundo”.