Sobre el lado poblano del Pico de Orizaba se esconde una laguna cráter de color azul turquesa que cuenta una historia llena de misterio.
En un espacio donde la gastronomía forma parte de la experiencia, era justo ir más allá con el talento de dos chefs mexicanos.
Un nuevo venue y un nuevo formato de exposición son algunas de las novedades.
Una planta que tiene un lugar especial en el corazón de todos los capitalinos se despide para abrir paso a una nueva historia.
En esta muestra queda claro que el arte también narra y construye realidades.
Su riqueza gastronómica y cultural hacen de éste el destino perfecto para festejar.