Cinco ciudades donde ver el mejor deporte estadounidense

Estas ciudades son verdaderas capitales del deporte y tienen una oferta única de estadios y restaurantes donde maridar la pasión deportiva con el paladar.

14 Mar 2022

Foto: Miltiadis Fragkidis para Unsplash

No está de más decirlo, Estados Unidos es un destino privilegiado para los fans de casi cualquier disciplina deportiva. A lo largo de los 365 días del año se pueden presenciar acontecimientos únicos, como el Winter Classic de la NHL (hockey sobre hielo), los tazones colegiales y el Super Bowl (en enero y febrero), así como la NBA (baloncesto), la NFL (futbol americano) y la recta final de la MLS, la liga profesional de futbol de nuestros vecinos del norte, en diciembre.

Es así como miles de aficionados viajan a la Unión Americana para presenciar eventos multitudinarios, como el March Madness del baloncesto colegial, el Abierto de Tenis de Nueva York, la Serie Mundial de las Grandes Ligas o el Gran Premio de Fórmula 1 (en 2022, Miami se une a Austin como sede del mejor automovilismo del mundo), entre muchos otros.

Pero, aun cuando viajemos exclusivamente para ver a nuestro equipo o atleta favorito, podemos hacer que la experiencia también nos permita apreciar lo mejor de la ciudad destino: sus rincones, su comida y sus tradiciones.

A lo largo de los años he tenido la fortuna de conocer muchos estadios y arenas en Estados Unidos. Siempre que viajo, ya sea por trabajo o placer, trato de asistir a algún partido o visitar algún estadio; el equipo es lo de menos, lo importante es tachar de la lista ese lugar en particular.

Hoy, muchos de estos recintos ofrecen visitas guiadas –en días cuando no hay partido– en las que puedes conocer sus “entrañas”: desde recorrer el terreno de juego hasta entrar a los vestidores del equipo local. Pero, sin duda, lo más importante es disfrutar un espectáculo en vivo. Es ahí donde se concentra la esencia de lo que todo aficionado busca.

Si bien una lista de los lugares que todo amante de los deportes debiera visitar en Estados Unidos sería interminable, recomendaremos algunos de los que –con toda certeza– ofrecen algo muy especial, ya sea porque el destino es muy atractivo o porque la experiencia, como tal, es imperdible.

Nueva York

Foto: Chanan Greenblatt para Unsplash

¿Qué no se ha dicho ya de la Gran Manzana en lo que a eventos deportivos se refiere? Casa del que, quizá, sea el equipo más popular del mundo –los Yankees–, esta ciudad respira deporte.

Un must para todo fan es el Abierto de Tenis de Estados Unidos, el cual se lleva a cabo en Flushing Meadows (Queens) a finales de agosto. Si bien hay distintos tipos de boletos, una buena opción es comprar entradas para el Grandstand, donde puedes ver tenis de gran nivel.

Ahora, si lo que quieres es ver a los peces gordos del deporte blanco, no dudes en comprar las series para la arena Louis Armstrong y, por supuesto, para la Arthur Ashe. Hazlo con tiempo, pues son las primeras en agotarse.

Nueva York es una ciudad en la que el Metro es bastante efectivo. Para llegar a Queens, lo mejor es que tomes la línea 7 desde Manhattan y te bajes en la estación Mets-Willets Point, la cual te deja justo enfrente del complejo deportivo (y también del Citi Field, casa de los Mets de Nueva York).

En el lugar encontrarás una oferta gastronómica sumamente variada, así que llega con tiempo (y con hambre).

Pasemos al llamado “rey de los deportes”. Si bien esta temporada de Grandes Ligas –la cual correría de abril a octubre– peligra debido a un paro laboral, en el cual el sindicato de peloteros y los dueños de los equipos no terminan de ponerse de acuerdo, el Yankee Stadium tendría que encabezar esta lista.

Ver un juego en la casa de los llamados Mulos de Manhattan es una experiencia única, pero si el choque es contra su archirrival, los Medias Rojas de Boston, mucho mejor.

Ubicado en el sur del Bronx, un barrio con mala reputación que se ha gentrificado de un tiempo a esta parte, el estadio de los Yankees es, para muchos, la catedral del beisbol.

No importa que se trate del “nuevo Yankee Stadium” (el original, ubicado a un costado del parque actual, fue demolido en 2009), si quieres disfrutar el mejor beisbol del mundo, la casa de los 27 veces campeones es una parada obligatoria.

Si llegas temprano, puedes calentar motores en Stan’s o en Yankee Tavern (abierto en 1927), dos bares a pocos metros del parque donde comenzarás a saborear el juego. Aquí también podrás ir y regresar en Metro, pues el estadio cuenta con su propia estación.

Y ya que estás por Nueva York, ¿qué tal una visita al histórico Madison Square Garden, casa de los Knicks en la NBA y de los Rangers en la NHL? Las temporadas de ambas ligas se llevan a cabo de octubre a junio.

Cabe mencionar que el Garden no es sólo la arena más antigua de estas dos ligas profesionales, es también el centro de espectáculos por excelencia de esta urbe de hierro y el lugar donde algunos de los mejores equipos del baloncesto colegial –los miembros del Big East– compiten, siempre en marzo, para calificar al llamado March Madness, el evento que por su particular formato de eliminación directa paraliza a Estados Unidos desde 1939.

¿Dónde comer? Katz’s. Si bien se trata de un lugar sumamente turístico y que no está cerca de ningún estadio (el más próximo es, quizá, el Barclays Center, casa de los Nets en la NBA), bien vale la pena bajar al Lower East Side para disfrutar un sándwich de pastrami y luego, con la barriga llena y el corazón contento, ver a tu equipo favorito.

Chicago

Foto: Blake Guidry para Unsplash

Considerada por muchos como el mejor sports town en Estados Unidos, Chicago no tiene nada que envidiarle a Nueva York.

Sede de equipos exitosos y populares (unos más que otros), la ciudad de los vientos tiene muchísimo para ofrecer, con el Wrigley Field –casa de los Cachorros de Chicago en las Grandes Ligas– como la joya de la corona.

Este estadio abrió sus puertas en 1914, pero ha sabido envejecer. Buena parte de ello se debe a que, después de muchos sinsabores, los Cachorros fueron contendientes y lograron ganar una Serie Mundial luego de 108 años de infortunios.

Para llegar, lo más práctico es subirse a la línea roja del Metro y bajarse en la estación Addison. Al salir, encontrarás muchas opciones de alimentos y bebidas en la calle Clark; nuestro favorito es el Sluggers World Class Sports Bar, el cual tiene hasta jaulas de bateo.

Después de unos swings y unas cuantas cervezas, estarás listo para los llamados friendly confines. Si puedes elegir un juego, busca que sea contra los Cardenales de San Luis, el rival por excelencia de los Cachorros, o bien contra sus vecinos del sur, los Medias Blancas de Chicago.

Otro lugar icónico del deporte en Chicago es el United Center, hogar de los Bulls en la NBA y de los Blackhawks en la NHL. Michael Jordan, quien para muchos es el mejor deportista de todos los tiempos, alzó en este recinto el trofeo de campeón de la NBA en las temporadas 1996 y 1997.

Una estatua del famoso número 23 se encuentra dentro de la arena y es una parada obligada incluso en días cuando no hay partido. Esta temporada, de la mano de DeMar DeRozan y de Zach LaVine, los Bulls están dando muchísimo de qué hablar, así que bien vale la pena visitar “la casa que Jordan construyó”.

¿Dónde comer? Au Cheval. Votada en varias ocasiones como la mejor de Estados Unidos, la hamburguesa de este restaurante es algo que no puedes dejar pasar en tu visita a Chicago. Si planeas ir al United Center, bien puedes comenzar aquí, ya que la arena se encuentra relativamente cerca. Eso sí, llega con tiempo, pues las filas suelen ser muy largas.

Green Bay

Si estás en Chicago entre septiembre y diciembre, sabes soportar el frío y, además, tienes tiempo suficiente; vale la pena manejar tres horas hasta Green Bay para visitar el que es, para muchos, el estadio más emblemático de la NFL: Lambeau Field.

Con poco más de 100,000 habitantes, esta ciudad de Wisconsin es el mercado más pequeño de los deportes profesionales en la Unión Americana.

Además, se trata de la única franquicia de la NFL sin un único dueño, pues los propietarios de los Empacadores son los 360,000 socios-aficionados que tienen acciones.

Aunque el equipo paraliza la ciudad en días de partido y el boletaje para la mayoría de los encuentros se agota año con año, siempre es posible encontrar entradas en sitios de reventa legales, como StubHub, SeatGeek o el propio Ticketmaster.

Eso sí, si el contrincante son los Osos de Chicago, con quienes existe una de las rivalidades más añejas de la historia del deporte estadounidense, seguramente te será más difícil conseguir boletos.

Ya que tengas uno en mano, te recomendamos llegar con anticipación para disfrutar un tailgate muy sui generis en las casas que rodean el estadio o para tomarte algo en el Stadium View Bar, uno de los mejores bares a la redonda del Lambeau. Eso sí, vayas a donde vayas, mantente bien abrigado y prepárate para sumergirte en un mar verde y amarillo. Go Packs go!

Los Ángeles

Foto: Diego Berruecos

Recomendar un solo recinto deportivo en Los Ángeles resulta harto complicado, así que vayamos al Downtown LA (DTLA), donde se encuentra la arena Crypto.com (antes Staples Center), casa de distintos equipos profesionales, con los Lakers de la NBA como los más populares.

Antes del partido te recomendamos tomarte un coctel en Seven Grand, donde además podrás jugar billar y escuchar un poco de jazz. De ahí podrás ir caminando para ver a LeBron James y compañía.

Te sugerimos revisar la agenda y buscar un partido en el que se enfrenten a sus vecinos, los Clippers, o a sus eternos rivales, los Celtics de Boston.

No muy lejos de DTLA se encuentra el mítico Dodger Stadium, donde el lanzador mexicano Fernando Valenzuela vivió momentos de gloria a principios de los ochenta.

Construido hace 60 años, el parque de los Dodgers tiene todo para disfrutar un juego de pelota y, si es contra los vecinos y archirrivales Gigantes de San Francisco, pues mucho mejor. Eso sí, trata de salir con anticipación, pues los cuellos de botella suelen ser eternos tras concluir las nueve entradas.

No podemos dejar de mencionar el que, hasta ahora, es el estadio más moderno y caro (5,000 millones de dólares) de la historia: el SoFi, casa de los Rams y de los Chargers en la NFL.

Espectacular por dentro y por fuera, es una visita obligada para cualquier fanático de los deportes. La sede del último Super Bowl, entre Rams y Bengals, y que cuenta con una pantalla de 360 grados que mide 109 metros y pesa más de 900 kilos, también será el lugar que albergue las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2028. Anótalo desde ya en tu lista.

¿Dónde comer? Bestia. Abierto hace 10 años, este lugar no pasa de moda y no deja de impresionar a quienes lo visitan. Ya sea que vayas por una pizza, una pasta o un postre, este restaurante italiano, a 10 minutos de la arena Crypto.com, es una buena forma de abrir boca. Si no te toca manejar, te sugerimos cerrar la cuenta con un Negroni blanco o con un Old Fashioned, nuestros cocteles favoritos del lugar.

Boston

Foto: Forest Simon para Unsplash

La que es, con toda probabilidad, la ciudad más exitosa –deportivamente hablando– de Estados Unidos tiene mucho qué presumir. Desde títulos recientes para la mayoría de sus equipos profesionales y estadios históricos hasta una de las bases de seguidores más fieles en el vecino del norte.

Y si bien los Patriotas (NFL) y Bruins (NHL) se roban buena parte de la atención, los equipos que realmente mueven masas en una de las ciudades más antiguas de Estados Unidos son los Medias Rojas (MLB) y los Celtics (NBA).

Vayamos primero con los patirrojos. Digámoslo con todas sus letras: una visita a Boston sin ir a un juego en Fenway Park no es una visita a Boston.

Te guste o no el beisbol, conocer este histórico recinto, el cual abrió sus puertas en 1912, es un requisito para todo aficionado a los deportes. Un día de juego es toda una experiencia dentro y fuera del estadio.

Así como los lanzadores lo hacen en el bullpen, tú bien puedes comenzar a calentar en Cask ‘n Flagon, un sports bar muy frecuentado por los seguidores de los Medias Rojas y que se encuentra a pocos minutos de la estación de Metro Kenmore.

Después de empaparte del ambiente local, basta que cruces la calle para llegar al estadio, conocer el llamado Monstruo Verde (la barda gigante que engalana el jardín izquierdo del Fenway) y ver a uno de los equipos más populares del deporte estadounidense.

El TD Garden, casa de los Celtics, el equipo más exitoso en la historia de la NBA, es otro lugar que bien vale la pena visitar. Ubicado prácticamente en el centro de Boston, se trata de una de las arenas más visitadas por locales y foráneos.

El inmueble cuenta con un museo donde se exhiben artículos de varios equipos profesionales de la ciudad, el cual también puedes visitar cuando no hay partido.

¿Dónde comer? Faneuil Hall Marketplace (Quincy Market). Muy cerca del Garden se encuentra este mercado que cuenta con distintos locales y una variedad de comida para todos los gustos. Si bien el lugar suele llenarse de turistas, vale la pena ir con tiempo para probar el platillo típico de Nueva Inglaterra: clam chowder. Nuestro favorito es el de Boston Chowda Co., el cual bien puedes acompañar de un lobster roll.

Austin

Foto: Getty Images

Dicen que todo es más grande en Texas, y Austin no es la excepción. La capital texana es una ciudad que, históricamente, ha estado ligada con el deporte.

El equipo más popular de Austin son los Longhorns de la Universidad de Texas, quienes disputaron su primera temporada ¡en 1893! Los llamados cuernos largos hacen las veces de local en el DKR Texas Memorial Stadium, un estadio colegial con capacidad para más de 100,000 aficionados.

La experiencia de un día de juego en UT, con tailgate incluido, será inolvidable para cualquier aficionado. Y qué mejor si el choque es contra la Universidad de Oklahoma, con la que los Longhorns sostienen una feroz rivalidad.

En 2012 se inauguró en Austin el llamado Circuito de las Américas, la primera pista en Estados Unidos construida exclusivamente para albergar carreras de Fórmula 1.

En 10 años, el Gran Premio ha roto récords de asistencia y ha sido catalogado como uno de los mejores circuitos de la F1; se trata de una gran opción si quieres disfrutar el mejor automovilismo del mundo al otro lado de la frontera.

Así como los partidos de los Longhorns, esta carrera se lleva a cabo en octubre, por lo que bien podrías “matar dos pájaros de un tiro”. No te olvides de comprar tus entradas con tiempo, pues se agotan muy rápido.

Para cerrar un día en Austin, te sugerimos hacer bar hopping en la Calle 6, la cual va de oeste (más fresa) a este (más hipster).

Y es precisamente en el este donde se encuentra el que, se dice, es un favorito entre los miembros de las escuderías de F1, el Pete’s Dueling Piano Bar. ¡Salud!

¿Dónde comer? Franklin Barbecue. Aquí podrás saborear el que es, para muchos, el mejor brisket en Estados Unidos. Parada más que obligada en tu visita a Austin, Franklin será un lugar al que querrás volver y volver. Y si no, que le pregunten a Barack Obama, cliente frecuente del lugar. Llega temprano, pues la fila suele ser larga y todo se acaba rápido.

 

 

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