En una era dominada por la tecnología y la constante conectividad, un curioso fenómeno está ganando terreno entre los viajeros. Se trata del rawdogging y consiste en desconectarse por completo durante un vuelo, sin importar la distancia, eliminando cualquier distracción o estímulo externo, ya sea entretenimiento a bordo, celulares, música e incluso dormir, comer o asomarse por la ventana.

Esta tendencia, nombrada a partir de una expresión en inglés que describe una experiencia cruda y sin filtros, ha generado debates y curiosidad en las redes sociales.

El origen de la tendencia

El terapeuta Michael Ceely, especializado en hombres, fue el primero en describir una experiencia similar a la que se conoce hoy como rawdogging. Durante un vuelo, decidió desconectar por completo y simplemente observar por la ventana. Para él, fue una forma de meditación y desintoxicación digital.

Sin embargo, el término rawdogging y su asociación con esta práctica se ha masificado de manera más reciente en las redes sociales, especialmente en plataformas como TikTok. Varios usuarios han viralizado videos de algunos viajes en avión donde presumen sus “récords personales” de rawdog, dependiendo cuánto tiempo lograron viajar sin ningún tipo de estímulo.

¿Por qué “rawdogging”?

El término “rawdogging”, que en algunas variaciones del inglés era comúnmente utilizado para referirse a relaciones sexuales sin protección, puede parecer chocante y fuera de lugar, pero su uso en este contexto se debe a varios factores.

Por un lado, refleja la idea de una experiencia cruda y sin adornos, lejos de las comodidades y distracciones habituales en las que la aviación moderna ha evolucionado. Por otro lado, apela a un cierto tipo de masculinidad asociada con la resistencia, el desafío y la búsqueda de sensaciones fuertes.

Los motivos detrás de la tendencia

Si bien el rawdogging ha generado gran interés, también ha sido objeto de críticas. Algunos usuarios argumentan que se trata de una simple búsqueda de atención o de una forma de escapar de los problemas. Sin embargo, otros destacan los supuestos beneficios de esta práctica, como la reducción del estrés, el aumento de la creatividad y una mayor conexión con uno mismo.

Desintoxicación digital: la constante exposición a pantallas y notificaciones puede generar estrés y ansiedad. Desconectarse por completo ofrece un respiro de esta sobrecarga digital.
Búsqueda de la mente en blanco: en un mundo acelerado, encontrar momentos de quietud y reflexión se ha vuelto cada vez más difícil. La práctica del rawdogging permite experimentar un estado de mente en blanco.
Rebelión contra lo convencional: al rechazar las comodidades y distracciones habituales de un vuelo, los practicantes de esta tendencia están desafiando las normas sociales y buscando experiencias más auténticas.
Marketing Personal: compartiendo estas experiencias en redes sociales algunos usuarios han logrado construir una imagen personal y generar engagement en sus redes sociales.