Ubicada en la región de Bretaña, Francia, se encuentra un tesoro arquitectónico conocido como Castel Meur, una casa de campo que desafía la naturaleza misma. Construida en el siglo XV, en la aldea de Plougrescant, esta estrucutra es única porque se levanta justo en medio de dos masivas rocas.
Esta peculiaridad le ha otorgado otros nombres como “la casa entre las rocas”, “la casa del abrazo de los amantes” o “la casa más escondida del mundo”. Construida en 1861, se dice que el ingenioso e inusual diseño tenía la intención de proteger la estructura de los fuertes vientos que azotan la región, provenientes del cercano océano Atlántico.
Más allá de su fachada rocosa, la casa es sencilla, pero llena de encanto y se ha convertido en un punto de referencia para el poblado de Plougrescant. Este rincón de Bretaña no solo alberga una obra arquitectónica única, sino también una historia que despierta la imaginación y la curiosidad de quienes la visitan. Bretaña es conocida por su rica cultura, que incluye la preservación de la lengua bretona, la música tradicional, la danza y sus festivales. La región es también famosa por su paisaje costero.
Aunque el interior de Castel Meur no está abierto al público, su presencia y la historia que la rodea la han convertido en un destino turístico popular. Los visitantes pueden fotografiar su estructura única y absorber la magia de su entorno costero. Pero, durante los últimos años los habitantes de la famosa casa han tenido algunos encuentros con los visitantes que se acercan demasiado a la propiedad, por lo que es importante ser respetuosos durante la visita.
