¿Por qué debes hidratarte antes, durante y después de un vuelo?

¿Te da mucha sed? ¿Tienes dolores de cabeza? Todo esto es más normal de lo que piensas después de volar en un avión.

26 Jan 2024

Viajar en avión ha revolucionado la forma en que exploramos el mundo, acortando distancias y conectando culturas. Sin embargo, detrás de la maravilla de la aviación, hay un conjunto de efectos adversos para nuestro cuerpo. Desde cambios en la presión atmosférica hasta la exposición a altitudes elevadas, cada momento en el aire desencadena una serie de respuestas fisiológicas.  Por suerte, existen una serie de recomendaciones, liderada por la hidratación, que te permitirán recuperarte lo más pronto posible de cualquier efecto que un vuelo deje en tu cuerpo.  

Antes del vuelo: preparando el terreno

Antes de abordar, es crucial asegurarse de que nuestro cuerpo esté bien hidratado. La exposición a la baja humedad en la cabina del avión puede provocar sequedad en la piel y las membranas mucosas. Al tener un buen nivel de hidratación previo, ayudamos a nuestro cuerpo a enfrentarnos mejor a este ambiente.

Durante el vuelo: combatiendo la deshidratación

La presión atmosférica disminuye a altitudes elevadas, lo que puede afectar la distribución de líquidos en nuestro cuerpo. Además, la baja humedad en la cabina puede contribuir a la pérdida de agua. Beber agua regularmente durante el vuelo contrarresta estos efectos, manteniendo nuestras membranas mucosas hidratadas y ayudando a prevenir la sequedad en la piel.

Después del vuelo: recuperación y adaptación

Una vez en tierra firme, la hidratación sigue siendo crucial. El cuerpo puede necesitar tiempo para recuperarse de los cambios experimentados durante el vuelo. Beber suficiente agua facilita la adaptación a las condiciones normales y ayuda a contrarrestar los posibles efectos de la deshidratación, como la fatiga.

Otros beneficios:

  • Circulación sanguínea: la hidratación favorece una circulación sanguínea saludable, contrarrestando el riesgo de coágulos sanguíneos asociados con períodos prolongados de inactividad.
  • Energía y vitalidad: el agua contribuye a niveles de energía óptimos, permitiéndote sentirse más alerta y activo durante y después del vuelo.
  • Adaptación al cambio de zona horaria: La hidratación también puede ayudar en la adaptación al cambio de zona horaria, minimizando los efectos del jet lag.

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