Desde 1976, los Premios Rolex a la Iniciativa forman parte de la Iniciativa Perpetual Planet y han otorgado un reconocimiento a quienes transforman vidas y comunidades enteras para construir un mejor planeta para todos. Siguiendo los valores de calidad, ingenio, determinación y el espíritu emprendedor que ha impulsado a la compañía desde sus inicios, en Travesías presentamos esta serie de Guardianes del Planeta, con perfiles de socios y laureados con Premios Rolex a la Iniciativa.
Cuando Beth Koigi, empresaria y Laureada de los Premios Rolex a la Iniciativa 2023, salió por primera vez de Limuru, en Kenia, se encontró con que no todo el mundo era tan verde como su ciudad natal. En otras regiones de su propio país, el panorama era lo opuesto, árido y seco. Lo más impactante para ella, que había crecido rodeada de abundante vegetación y fuentes de agua limpia, fue descubrir que muchas zonas en Kenia y el resto de África además tenían serias dificultades para conseguir agua potable.
Desde entonces, el acceso a este recurso vital se convirtió en su misión personal. Cuando apenas era una estudiante en la Universidad de Chuka, en el centro del país, donde el agua de los ríos, pozos y otras escasas fuentes suele estar contaminada, Koigi ideó un filtro de carbón vegetal con la capacidad de absorber cualquier impureza en el agua y volverla potable. Primero lo distribuyó entre los compañeros que se interesaron en el proyecto y después empezó a llevarlo a otros lugares del país donde también necesitaban limpiar el agua. Sin embargo, pronto fue claro que el problema era mucho más profundo.
De acuerdo con las Naciones Unidas, el estrés hídrico y la escasez de servicios de agua potable son problemas que afectan a cerca de dos mil millones de personas en todo el mundo. En algunos países de África Oriental la emergencia se agudiza con sequías que se extienden por años, afectan el desarrollo de infancias y obligan al desplazamiento de millones de personas. En Kenia, más de la mitad de la población no tiene acceso a agua potable limpia.
Koigi, quien vivió de primera mano este contexto, supo que su filtro casero era tan sólo una solución parcial. Mientras continuaba sus estudios en la Singularity University de California, indagó sobre la posibilidad de obtener agua de la atmósfera, un método que la NASA empezaba a explorar. Ahí también conoció a la científica ambiental canadiense Anastasia Kaschenko y a la economista de Oxford, Clare Sewell.
En 2017, fundaron juntas Majik Water y empezaron a desarrollar los primeros prototipos de unos generadores de agua atmosférica que pudieran obtener, filtrar y mineralizar agua del aire. Tecnología revolucionaria que ayudaría a las comunidades en Kenia y otros lugares afectados por la escasez de agua potable.
Llevar el agua a quienes más lo necesitan
La atmósfera contiene seis veces más agua que todos los ríos del mundo juntos. Sin embargo, para aprovechar esta abundante e insospechada fuente, es necesario usar tecnología novedosa, que tenga la capacidad de literalmente transformar el aire en agua. Los generadores de agua atmosférica de Beth Koigi y el equipo de Majik Water son esencialmente ventiladores que aspiran agua, la pasan por una superficie fría y, como si fuera un vaso de agua fría en un día de calor, condensa las gotas en la superficie.
Como si eso no fuera bastante sorprendente, los generadores de Majik Water cuentan con otros dos componentes esenciales: al final del proceso añaden minerales, como calcio y magnesio, para que el agua pueda beberse, y también están alimentados con energía solar. Todo para que las unidades de Majik Water puedan funcionar incluso en los lugares más recónditos y las comunidades más desfavorecidas, llevando agua a quien más lo necesita.
Aunque los generadores funcionarían mejor en lugares húmedos, Majik Water se ha enfocado precisamente en instalarlos en zonas áridas y semiáridas, donde la población padece por sequías y otros problemas de estrés hídrico. Siempre hay algo de humedad en el aire, incluso cuando apenas está al 30 por ciento, los generadores son capaces de proveer agua potable para beber. Las 20 máquinas de gran volumen y 10 de pequeña escala que Koigi y Majik Water han instalado hasta ahora, producen más de 20 mil litros de agua potable al mes.
Con el apoyo de Rolex, a través de la Iniciativa Perpetual Planet, Beth Koigi quiere llevar la revolucionaria tecnología de Majik Water a otros rincones de Kenia, empezando por uno de los mayores campos de refugiados de África, el Campo de Refugiados de Kakuma y el Asentamiento Integrado de Kalobeyei, en Turkana; entre ambos viven casi 200 mil residentes.