Si has volado en avión, probablemente también has atravesado alguna turbulencia. Es lo más normal del mundo… A medio vuelo a través de las nubes, de repente *ding*, se enciende la señal del cinturón de seguridad y el personal te advierte que el viaje puede ponerse un poco movido. Pero, a veces demasiado movido.
Recientemente, un vuelo de Singapore Airlines experimentó una “turbulencia extrema repentina” a 37,000 pies de altura, según informó la compañía en un comunicado. Este incidente obligó al avión a realizar un aterrizaje de emergencia en Bangkok, dejando varios heridos e incluso provocando el fallecimiento de un pasajero.
Kittipong Kittikachorn, director general del aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok, mencionó en una conferencia de prensa que la víctima, un británico de 73 años, probablemente falleció debido a un ataque al corazón, informó Reuters.
¿Qué es la turbulencia extrema?
Según el Servicio Meteorológico Nacional, la turbulencia severa se define como “cambios grandes y abruptos de altitud”, generalmente acompañados de variaciones significativas en la velocidad que pueden hacer que un avión esté “momentáneamente fuera de control”.
La turbulencia extrema, por otro lado, es cuando “un avión es sacudido violentamente y es imposible de controlar”, lo cual incluso puede causar daños estructurales a la aeronave.
La buena noticia es que los aviones están diseñados para soportar turbulencias severas. Los pilotos están capacitados para manejar estas situaciones y la tecnología actual permite a las aerolíneas evitar las áreas con mayor probabilidad de turbulencia. Sin embargo, la turbulencia extrema sigue siendo un riesgo. De hecho, ha aumentado debido al cambio climático, que afecta los patrones de viento y corrientes de aire.
Consejos para los viajeros
- Mantén el cinturón abrochado: incluso si la señal está apagada, mantener el cinturón de seguridad abrochado puede protegerte de las turbulencias inesperadas.
- Escucha a la tripulación: sigue las instrucciones del personal de vuelo en todo momento.
- Mantén la calma: recuerda que los pilotos están preparados para estas situaciones y los aviones están diseñados para manejarlas.