Philippe, Hassan y Raffaelo se conocieron hace dos años en São Paulo mientras trabajaban en la start-up Oppa, una empresa dedicada al diseño y comercio electrónico de muebles. Los tres jóvenes coincidieron en un par de proyectos y, al ver que compartían valores, decidieron emprender algo propio. La suerte estaba echada.
Primero pensaron en la industria de los muebles, algo que ya conocían, pero no en Brasil, pues su empresa estaba creciendo y fundar una nueva en el mismo sector no era lo más sensato. México, el segundo mercado más grande de América Latina, se convirtió en su mejor alternativa.
Al conformar la empresa, los tres emprendedores crearon un portafolio no sólo diseñado por ellos, sino también por terceros, para así realmente promover el talento mexicano. De hecho, 80% de sus productos son locales. Hassan explica que lo que buscan no es sólo vender muebles, sino historias, ésas que están detrás de cada pieza.
Gaia es la diosa que, en la mitología griega, personifica al planeta Tierra. Para estos emprendedores, el nombre simboliza la idea de volver a los comienzos, a la naturaleza del mueble: cuando se piensa la pieza, el proceso de diseño, los prototipos, la elección de la madera y tapicería, hasta dar con el resultado final.
La plataforma busca agregar al mercado productos de diseño único, con un estilo fresco, lejos de los típicos muebles color chocolate que venden los fabricantes en serie y a los que los mexicanos están acostumbrados. Se especializan en crear una paleta de colores diferente, con tonos de madera más naturales.
Aunque por ahora la empresa sólo realiza ventas en línea, en octubre abrirá un showroom en la ciudad de México, “las personas tendrán menos miedo de comprar en línea”, afirma Philippe. “La experiencia con algunos productos, como los sofás, de poder tocar el tapiz y probar su confort no se puede replicar en el canal online”.
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