La cultura popular usualmente sitúa todo lo que tiene que ver con pirámides en torno a Egipto y, aunque muchas de las estructuras arqueológicas más importantes de la historia han sido descubiertas ahí, en realidad no es el país con más pirámides en el mundo. Al menos no su territorio moderno. Esta distinción le pertenece al vecino país de Sudán, que concentra más de 200 antiguas pirámides dentro de sus límites.
Todas estas estructuras pertenecieron al Reino de Kush, que, al igual que la antigua civilización egipcia, se desarrolló en la parte noreste de África, pero un poco más al sur.
Pese a la gran cantidad de pirámides y aún tomando en cuenta que Sudán es uno de los países más grandes de África, casi todos estos sitios arqueológicos están concentrados en la región conocida como Nubia.
Ahí todavía corren las últimas cataratas del río Nilo, por lo que la tierra es fértil y goza de las mismas bondades que permitieron el crecimiento de la cultura egipcia. De hecho, una de las últimas dinastías de los Kush, los napateos, incluso lograron conquistar Egipto y gobernar como faraones.
Fue alrededor de esta época, desde el 2,600 a.C. y hasta el 300 d.C., que el Reino de Kush gozó de su mayor esplendor y, fuertemente influenciados por sus vecinos egipcios, lo dejaron plasmado en un montón de pirámides.
Estas, al igual que las famosas estructuras egipcias, sirvieron como mausoleos para sus gobernantes. Sin embargo, fueron construidas con algunas diferencias importantes que las vuelven únicas en su tipo.
Las particulares Pirámides nubias
Lo primero y más evidente que se puede ver de este grupo de pirámides es que todas están construidas en un ángulo mucho más pronunciado que las egipcias, es decir, son más alargadas de lo que estamos acostumbrados. Sin embargo, no son estructuras de grandes proporciones. Ninguna de las pirámides de Sudán supera los 30 metros de altura y tampoco tienen una base muy grande.
Otra diferencia física que resalta es el color más oscuro de las pirámides de Sudán, que se obtiene por el peculiar material del que están hechas: arenisca y granito.
Al igual que en el caso egipcio, estas estructuras suelen encontrarse agrupadas en grandes necrópolis, pero en mayores números. Hasta ahora, se han encontrado restos de 250 pirámides en Sudán, todas concentradas en la misma región alrededor del Nilo, lo que lo hace el país con más pirámides en el mundo.
Nubia: un mundo desconocido
A pesar del, de por sí, gran número de pirámides que se conocen en el desierto de Nubia, los expertos creen que aún hay muchos más descubrimientos por hacer. La realidad es que el pasado del territorio ha sido mínimamente explorado, sobre todo en comparación con los trabajos que se han realizado en Egipto.
Apenas en 2012 fue localizado el grupo más novedoso de estructuras de Nubia, por lo que muchos arqueólogos creen que un esfuerzo más grande podría traer aún mejores resultados.
Las pirámides de Sudán además podrían ser una gran fuente de información, no sólo para comprender a una civilización ampliamente ignorada, sino incluso para saber más del antiguo Egipto. Dentro de las estructuras conocidas, se han encontrado escrituras jeroglíficas, esculturas y restos momificados en buen estado, que sirven como un valioso caso de estudio para los expertos en la materia.
