“Latinoamérica es la región gastronómica más importante del mundo”, asegura Janaina, que ha viajado por todo el territorio y ha quedado convencida de que no hay mejor lugar para comer.
Sus restaurantes, A Casa do Porco y Bar da Dona Onça, han sido reconocidos por las plataformas más importantes del mundo y todos los fines de semana congregan a cientos de comensales, tanto locales como extranjeros, en el centro de São Paulo.
Noticias desde el centro
Cuando Janaina abrió su primer restaurante, Dona Onça, en 2008, no era común que hubiera otros restaurantes de ese estilo. “El barrio ha tenido sus fases. Unas buenas y otras no tan buenas”, admite Janaina. Es una zona con un movimiento incesante y mucha diversidad, pero nunca antes con un restaurante de clase mundial. Ahora tiene dos. Abrir sus proyectos en el barrio donde nació y creció no sólo ha sido algo natural para ella, sino incluso necesario. “Yo pienso que nuestra identidad es lo mejor que tenemos. Nuestra verdad, nuestra gente, donde estamos”.
“Latinoamérica es la región gastronómica más importante del mundo”
Janaina Torres Rueda
Una historia de sabor
A los 11 años fue la primera vez que entró a la cocina para emprender un pequeño negocio de sándwiches que vendía entre sus vecinos. Abandonó la escuela muy joven, a los 14, porque “era un problema, yo no me adaptaba con la fórmula de aprendizaje”, luego saltó entre diferentes trabajos e incluso se volvió sommelier, pero nunca dejó de cocinar. El mundo del vino la acercó a la escena gastronómica paulista más en forma. Organizó algunos eventos, se acercó al talento local y de pronto surgió la idea de abrir su propio restaurante. Un lugar donde todo el menú estuviera cocinado con ollas de presión, una técnica muy común en los hogares brasileños, pero no tanto en los restaurantes. El tiempo pasó y Janaina abrió el restaurante de sus sueños, desde luego en el centro de São Paulo, dentro del legendario Edificio Copan. “Fue un éxito total. Era comida brasileña, de casa, con muchas vísceras”.
Sólo el comienzo
En 2015, siguiendo el éxito rotundo de Dona Onça, ella y su socio, Jefferson Rueda, se aventuraron a crear un nuevo concepto que pronto se convirtió en un favorito local.
El día de la apertura, más de cien personas hicieron fila afuera del local de Rua Araújo 124 para probar la nueva propuesta de Janaina en A Casa do Porco. Desde ahí, todo ha ido cuesta arriba para el proyecto y esta cocinera.