Lo entendemos, beber mientras vuelas puede servir para muchas cosas, como calmar los nervios, dormir o simplemente brindar por el viaje. Pero, varios pasajeros han descubierto que tomar una copa de vino o alguna cerveza en el avión, no tiene el mismo efecto en ellos que cuando se encuentran en la superficie. Algunos viajeros aseguran que no es precisamente lo mejor beber a semejantes alturas y que incluso es más probable y fácil emborracharse a bordo.
Pero, ¿qué tanto es un mito y qué tanto es verdad? Por eso nos dimos a la tarea de investigar cuáles son los efectos de tomar alcohol en un avión.
¿Es más fácil emborrachase en un avión?
La respuesta corta y más precisa para esta pregunta es: sí. Tomar alcohol en un avión puede tener efectos más pronunciados en el cuerpo debido a las condiciones particulares que implica estar en el aire.
Hay algunas razones específicas por las que esto sucede:
- Altitud y presión atmosférica: La cabina de un avión está presurizada, pero la presión del aire y la altitud pueden afectar la manera en que el cuerpo procesa el alcohol. La presión en un avión puede intensificar los efectos del alcohol, haciendo que te sientas más mareado o ebrio de lo que te sentirías en tierra.
- Deshidratación: El ambiente en un avión tiende a ser seco, y el alcohol tiene propiedades deshidratantes. Beber alcohol puede aumentar la deshidratación, lo que puede contribuir a la sensación de malestar y fatiga durante el vuelo.
- Efectos multiplicados: El alcohol puede tener un efecto multiplicador en la fatiga y el cansancio que a menudo se experimenta durante los vuelos largos. Esto podría afectar negativamente tu capacidad para adaptarte al nuevo horario y afrontar el jet lag.
- Interacción con medicamentos: Si estás tomando medicamentos, el alcohol puede interactuar con ellos de maneras impredecibles, lo que podría afectar negativamente tu salud.
- Disminución de la capacidad de reacción: El alcohol puede afectar la capacidad de reacción y el juicio, lo que podría ser preocupante en situaciones de emergencia, aunque los vuelos son generalmente seguros.
Mientras que algunas personas pueden disfrutar de una copa de vino o una cerveza con moderación sin problemas, es importante recordar que el alcohol puede afectar a cada persona de manera diferente, y la combinación de factores como la altitud, la deshidratación y la fatiga, además intensifican sus efectos. De hecho, los reglamentos de muchas aerolíneas limitan la cantidad de alcohol que se puede consumir a bordo. Si decides beber, hazlo con moderación y ten en cuenta tu propio bienestar durante el vuelo.