Los desiertos son sitios extremos, acampar en ellos conlleva una serie de condiciones que terminan por crear experiencias irrepetibles. La preparación previa es necesaria, como conseguir equipo adecuado para no sufrir con las bajas temperaturas nocturnas y también para cargar con suficiente agua y evitar a toda costa un golpe de calor.
Los expertos en este tipo de experiencias recomiendan beber más de tres litros de agua por cada día que se pase en el desierto, pero esto puede cambiar de un cuerpo a otro. Sin embargo, no es mala idea cargar con más agua de la recomendada.
Las dunas de Samalayuca, Chihuahua
Acampar aquí no es cosa sencilla y es recomendable para los campistas más experimentados. Aunque, si sólo quieres conocer este desierto, hay tours que ofrecen un recorrido de un día por las dunas.
El lugar es ideal para una escapada de fin de semana, ya que se ubica a cuatro horas del centro de Ciudad Juárez. Samalayuca se caracteriza por ser un desierto arenoso con matorrales y por ser el hábitat natural de los linces rojos, los gatos monteses y las águilas reales.
Es comúnmente visitado por quienes practican sandboarding o disfrutan correr en cuatrimotos. Si bien es posible acampar en la cima de las dunas hay que tener la certeza de iluminar la casa de campaña por las noches y no adentrarse mucho en el desierto.
El equipamiento ideal incluye un sleeping bag que permita ahorrar espacio y peso, que tenga capacidades de aislamiento de plumón de ganso hidrofóbico y telas impermeables, ya que son calientes y ligeros.
Reserva de la Biósfera de Mapimí, Durango
Este sitio es un buen ejemplo de cómo se puede llevar a cabo el turismo sostenible en México. En la Reserva de la Biósfera, los pobladores de la región se organizaron para controlar el acceso de los visitantes y así evitar un exceso que pudiera poner en peligro su ecosistema.
Ubicado a poco más de tres horas del centro del Pueblo Mágico de Mapimí, aquí puedes ver desde correcaminos hasta halcones.
Por su ubicación privilegiada y la ausencia de luces que contaminen el cielo nocturno, es un sitio ideal para acampar (eso sí,bajo la supervisión de los oriundos). Aquí las temperaturas durante el día son de máximo 34 ºC, mientras que por la noche podría llegar a 7 ºC bajo cero.
La mejor forma de acampar aquí es con la guía de expertos certificados o con una agencia como Aventura Pantera.
Desierto de Sonora, Sonora
Este desierto, ubicado en el norte de México es muy parecido al del Sahara: aquí las dunas de arena de color dorado son el mayor atractivo, pero los borregos cimarrón, las serpientes cascabel y los linces le otorgan su carácter distintivo.
Uno de los mejores rincones para acampar en el Gran desierto de Altar, es cerca del cráter El Elegante; con 1,600 metros de diámetro y 250 metros de profundidad, te sentirás como si estuvieras acampando en Marte.
Otro buen sitio para acampar es en las dunas: aunque todo parezca ser arena, desde la cima de la duna más alta es posible ver a lo lejos un poco del mar. Caminando a través de este territorio, llegas al Museo Schuk Toak, donde puedes aprender más sobre el desierto más biodiverso del mundo.
Aunque puedes hacer este recorrido por tu cuenta, si es la primera vez que lo visitas y quieres tener una experiencia bien organizada puedes contratar un recorrido con Akampa.
