Sabemos lo que se siente: quieres seguir viajando y al mismo tiempo te preocupa qué tan sustentable es volar largas distancias o recorrer un bosque protegido, y el único tip que hallas en las redes es llevar un cepillo de dientes de bambú y guardar, hasta encontrar un cesto de basura, el empaque de los alimentos.
Quizá la mejor manera de guiarnos para hacer que nuestros recorridos tengan la menor huella ambiental es conociendo el origen de ésta.
Primero, los datos
Tal vez te resulte abrumador o sorprendente, pero nada ayuda más a tomar decisiones conscientes que ver la realidad al desnudo. Según sustainabletravel.org, el 49% de las emisiones globales proviene del transporte, frente a 12% de bienes de consumo (ropa, zapatos, accesorios, etc.), 10% de alimentos y bebidas, y 6% de la hotelería.
Datos para tomar conciencia
Las siguientes son sólo algunas de las acciones que podemos tomar para disminuir nuestra huella de carbono al viajar. De todas formas, te recomendamos seguir indagando y aprendiendo sobre el tema, siempre hay algo nuevo que aprender o alguna acción que por pequeña que sea, puede ayudar.
1. Da preferencia a destinos cercanos o nacionales
¿Esto significa no ir más allá de las fronteras del país nunca jamás? Obviamente, no. Pero sí es un hecho que, ante la avalancha de ofertas de destinos, si buscas ir a la playa o vivir una experiencia de acampada, puedes hacerlo perfectamente en México.
Sólo toma en cuenta este dato: según la calculadora de emisiones de CO2 de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) de la ONU, el uso habitual de un vehículo de pasajeros genera alrededor de 4.6 toneladas de dióxido de carbono al año.
¿Es mucho o poco? Un vuelo de Nueva York a Los Ángeles produce aproximadamente 0.62 toneladas de CO2 por pasajero, según la calculadora de carbono de la OACI. Por lo tanto, ese vuelo por sí solo puede liberar el equivalente a casi 14 % de las emisiones anuales de un automóvil.
2. Consume local
Éste debería ser ya el mantra de todos los días, incluso cuando no estemos de viaje. El transporte de alimentos, ropa y otros bienes a escala global produce alrededor de 30 % de las emisiones de carbono, de acuerdo con el International Transport Forum (ITF).
Darle preferencia al consumo local, además, incentiva el desarrollo económico de la comunidad que visitas. Y, por cierto, en este punto también se incluyen los souvenirs: elige recuerdos producidos en la localidad, en lugar de los genéricos Made in China (salvo que… estés en China).
3. Elige las rutas menos contaminantes
Casi para tomarlo como un juego, aquí se trata de probar en los motores de búsqueda las rutas más directas, con menos escalas y más eficientes en términos de consumo de gasolina del avión para trasladarte de un destino a otro.
No está de más recordar el primer punto de esta lista: también hay otros medios de transporte y, si bien cruzar el océano en bicicleta es imposible, dentro de un mismo país e incluso continente (piensa por ejemplo en Europa) puedes recorrer distancias en tren y hasta a pie (el Camino de Santiago de Compostela es un gran ejemplo de ello).
4. Busca hoteles y hospedajes acreditados por sus prácticas sustentables o que las estén implementando de a poco)
Este punto es complicado. ¿A qué acreditación darle valor? ¿Cómo saber que las prácticas son sustentables?
Puedes checar las listas desarrolladas por organizaciones como The Global Sustainable Tourism Council (GSTC) o Green Destinations.
En el sitio de GSTC puedes, además, conocer las certificaciones de sustentabilidad oficiales de distintos países.
5. Aprovecha los motores de booking eco-friendly
Cada vez hay más motores de booking con ofertas de hospedaje y experiencias 100 % sustentables, como bookdifferent y Bookitgtreen.
6. Si no lo usas, no lo enchufes
Aun sin estar en uso, los electrodomésticos y aparatos electrónicos en general consumen energía, y ese consumo se traduce en emisiones de gases de efecto invernadero.
A esto se suman las emisiones producidas por la industria manufacturera al desarrollar esos artefactos.
Ya que al viajar no puedes optar por un hospedaje que cada tanto renueve su tecnología (lo ideal sería con la menor frecuencia posible, en términos de emisiones), sí puedes desconectarla de la corriente si no está en uso.
7. Respeta y convive con las comunidades locales
Solemos asociar la sustentabilidad con la contaminación y ésta con lo material (humo, basura), sin embargo, ese término se refiere al cuidado de los sitios y las culturas a lo largo del tiempo con prácticas que los mantengan protegidos.
Si visitas una comunidad y comienzas a regatear, si te mudas temporalmente a otra ciudad y creas una demanda de un producto que no es originario y que antes no existía ahí (como ocurre con la gentrificación de algunas ciudades y barrios en el mundo), estás “contaminando” el destino.
La idea es acercarte a los sitios y convivir según las normas culturales locales.
8. Huye de los souvenirs y objetos hechos con materia prima proveniente de la fauna local
La industria del turismo puede ser enriquecedora para las comunidades o jugarles en contra.
En muchos casos, ante la pérdida de sus ocupaciones originales (pescadores, agricultores, entre otros), los lugareños comienzan a producir artesanías bajo demanda de acuerdo con los gustos de los turistas y algunas de ellas son invaluables, pero no por su costo monetario, sino ambiental.
Siempre evita comprar souvenirs u otro tipo de objetos provenientes de la fauna, como adornos de carey (tomados del caparazón de la tortuga), marfil, dientes de felinos engarzados, etcétera.
9. Si practicas deportes al aire libre, toma en cuenta lo siguiente
Respeta las rutas de senderismo trazadas; evita recolectar piedras, conchas y cualquier otro tipo de elemento del lugar; evita caminar o bucear en zonas donde los animales se encuentren en temporada de reproducción o anidamiento, y, por supuesto, no lleves semillas de un lugar a otro.
Extra Tip:
Recuerda que el agua potable es un recurso escaso en todo el planeta, no la desperdicies sólo porque estás “de vacaciones”; procura consumir en distintos locales de la comunidad para que el dinero beneficie a más personas (en lugar de quedarte en un all-inclusive, por ejemplo) y, si puedes, participa en alguna campaña local para recolectar residuos.