Partamos de lo básico: a cierta altura de la vida lo que menos buscamos en las fiestas de fin de año es acabar con resaca; sin embargo, nuestros cuerpos que vienen ya del traqueteo de todo un año de comidas, trabajo, estrés y desgaste natural nos pide un descanso, cuando precisamente, en sentido gastronómico, hacemos lo contrario: buscamos relajarnos y disfrutar con nuestros seres queridos mezclando la festividad con el hedonismo.
Ahora bien, ¿qué hacemos con las consecuencias de la comilona y el exceso de brindis de año nuevo? Fue precisamente en una posada -con vino, quesos y hummus- que unos amigos de México y Venezuela sacaron el tema de sus curas para el día después. Para ampliar en el tema, les pregunté a amigos de otros países y esto fue lo que encontré.
Brasil: grasa, picante y cerveza
Pedro Asbeg es un director, productor y editor cinematográfico de Brasil que durante una estadía en Barcelona (con sus excesos) se dio a la tarea de compilar en un libro las mejores recetas para curar la cruda, Beber, comer, sobrevivir, cozinhando de ressaca, que además incluye una lista de despensa que no puede faltar en casa, así como las propiedades de dichos alimentos en cuestiones gástricas. Entre sus recomendaciones hay “levanta difuntos” como el “Caldinho de feijão” (caldo de frijol). Alice, una amiga en común, recomienda también el “Caldo de Mocotó”, una sopa hecha con pata de vaca, y sostiene que el secreto está en que lo que se tome sea un alimento “grasoso, caliente y picante”, y si va con una cerveza, mejor.
Rusia: vodka y pimienta al gusto
Hace ya varios años, la periodista Georgina Hidalgo Vivas pasó una buena temporada en Moscú. De allí nació su libro Vodka Naka (El Salario del Miedo/Almadía, 2014), en el que además de narrar sus historias en Rusia, dedica un capítulo a la manera en que este país han convertido a su bebida nacional, el vodka, en la cura milagrosa para los males del alma, el corazón y el cuerpo. “La cura popular es servir un vaso de vodka con pimienta”, me cuenta. La sazón depende del gusto de cada quien.
Venezuela: de trago en trago
Jesús Torrivilla, amigo venezolano radicado hace años en México, dice que en su tierra lo que se acostumbra es “pegar una borrachera con otra para no dejar que se desarrolle la resaca. Un deporte de alto riesgo” que en Venezuela se conoce como “engrapar”.
Francia: té con miel y limón
Adeline recuerda que en su Francia natal todo es “el típico té con miel y limón, o caldo”. Sin embargo, me hace llegar un link con recetas alternativas al alcance de la mano para cualquiera que hable (o entienda mínimamente) francés.
Estados Unidos: desayunos “bomba” y Bloody Mary
Nada más tradicional que un desayuno grasoso (huevos con tocino, por mencionar uno, aunque también se admiten alimentos poco ortodoxos como la hamburguesa) acompañado por café, aunque no son pocos los que optan por acompañarlo con un Bloody Mary o una cerveza.
Suiza: té de boldo
Paula me cuenta que en ese país tienen recetas “muy tristes” para tratar la resaca que van desde beber mucha agua hasta “tomar té de boldo y coca-cola”.