En la última década Asia Central se ha convertido en un destino apetecido y en auge para los viajeros del mundo. Su nombre evoca mística y sus paisajes majestuosos sorprenden hasta al más experimentado. Alejandro Magno, Tamerlán, Gengis Khan son algunos de los nombres que aquí dejaron huella y los legados de la Ruta de la Seda innegablemente tientan a la exploración. Así que sí están pensando en que este sea su próximo destino, aquí les dejamos datos claves que deben conocer de antemano.
1. ¿De qué hablamos cuando hablamos de Asia Central?
Aunque sus fronteras pueden ser difusas y esto resulta nebuloso para muchos ya que a veces se incluye a Afganistán y hasta a Irán en este paquete, la verdad es que cuando hablamos de Asia Central nos referimos específicamente a una de las veintidós subregiones según las cuales la ONU divide el mundo. Esta subregión está compuesta de cinco repúblicas: Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. Con esto claro, podemos avanzar.
2. ¿Cuál es cuál y qué hay en cada uno de estos países?
Aunque esta pregunta es tan amplia como compleja y no es nuestra intención ser simplistas, aquí tratamos de dejarles algunas claves para que se ubiquen y puedan escoger mejor su destino.
- Uzbekistán: El de los palacios imponentes en mosaicos azules y dorados. El de la mítica Samarcanda y el de las ciudades con bazares y alfombras que parecen sacados de Las Mil y Una Noches.
- Turkmenistán: El del desierto poderoso de Karakum y sus fortalezas de piedra. El de los cráteres de gas, fuego y agua burbujeante.
- Kirguistán: El de las yurtas, los caballos y los semi nómadas. También el de los trekkings fabulosos en montañas y lagos cristalinos.
- Kazajistán: El de los modernos edificios de Astana y Almaty, sus ciudades principales. El de el gas, el petróleo y los lanzamientos espaciales, pero también el de las montañas del Tian Shan y las formaciones del mar Caspio.
- Tayikistán: El de la famosa Pamir Higway, una de las carreteras a mayor altura del mundo y sin duda una de las más impresionantes.
3. Todos estos países fueron parte de la Unión Soviética
Desde 1918 hasta 1991 este territorio fue parte de la Unión Soviética. Por esto no es extraño encontrar arquitectura, simbología, rasgos culturales y hasta barrios que perfectamente podrían existir en Moscú, Vilnius o Minsk. La influencia rusa sigue estando latente en la cultura y se utiliza el alfabeto cirílico aún para los idiomas oficiales locales así que no está de más tener una pequeña guía de dicho alfabeto para no perderse tanto.
Sobra decir que la bebida espirituosa por excelencia es el vodka, que se puede encontrar buen borsch y, por supuesto, que es un escenario maravilloso de fusión cultural.
4. Prepárense para una maravillosa confusión pues este es un verdadero crisol de identidades
Aunque por los nombres de sus países tan parecidos se vean tentados, es un error ponerlos a todos en la misma bolsa. No hay nada más lejano de la realidad.
Aunque hay diversidad religiosa en su gran mayoría son musulmanes, pero el tipo y la corriente del Islam que se practica cambia radicalmente en cuestión de metros. Hay población de origen farsi, eslava, rusa, kirguisa, mongola, turca, tayika y más. Pueden encontrar desde mezquitas y madrasas de estética islámica hasta yurtas o iglesias ortodoxas. Las caras cambian en segundos, los atuendos y las maneras también.
5. Atención veganos y vegetarianos
Una parte importante de la gastronomía del Asia Central gira alrededor de las preparaciones carnívoras, con especial protagonismo del cordero. Arroces, sopas, empanadas, dumplings, estofados, todo parece contener carne. Por supuesto, aunque en las ciudades y centros urbanos importantes es posible (aunque no necesariamente frecuente) encontrar opciones vegetarianas, esto resulta más difícil en los lugares alejados como planicies en altura, desiertos, montañas y trekkings. Vayan entonces preparados para evitar pasar un mal rato o hacérselo pasar a sus anfitriones.
6. Cuando hace calor, realmente hace calor
Una descripción básica les dirá que esta región del mundo goza de clima continental, es decir inviernos fríos y veranos calientes. Pero la verdad es que esto se puede poner realmente extremo y los meses de julio y agosto pueden ser muy calurosos, especialmente en Turkmenistán, Uzbekistán y Kazajistán. Por esto, recomendamos planear su viaje entre abril y junio o entre septiembre y octubre.
7. Los mercados y bazares es donde realmente conocerás la cultura local
La tradición se mantiene y estos son los puntos de encuentro y comercio más importantes de todo Asia Central. En los mercados y bazares de cada uno de estos países es donde se puede ver cómo opera la cultura local y cuales son sus emblemas más importantes. Desde su gastronomía y productos de consumo diario hasta sus trajes de gala tradicionales pasando por los ahora omnipresentes objetos “made in china”, aquí es donde confluye toda la magia.
8. El transporte suele ser “casual”
Y por casual nos referimos a que no necesariamente existen compañías establecidas que cubran las rutas entre un lugar y otro. Aunque en algunos países como Uzbekistán funcionan muy bien los autobuses y trenes, en otros como Kirguistán se recurre mayormente a taxis, micros colectivos o conductores privados. Paciencia y previsión.
9. Hay que perderle el miedo a la guest houses
Este es el caso si quieren conocer y adentrarse en los secretos de Asia Central y algunos de sus más bellos lugares. Por fuera de las grandes ciudades esta es la opción de hospitalidad más frecuente y también la más amigable, pues nunca van a conocer a personas tan amables, generosas y dispuestas para recibir al visitante.
10. ¿Qué queda de la ruta de la seda?
¡Todo! Esta región hoy en día desconocida y ajena para muchos, fue en un tiempo la bisagra que conectaba dos grandes ejes del mundo. El comercio entre China, Persia, India y Europa dependía de este pedazo de mundo para hacerse efectiva y eso se ve en su mezcla de culturas, en su gastronomía, en su arquitectura, en sus ciudades milenarias que hablan de una época magnífica, en sus alfombras exquisitas, en fin… Esto no podemos terminar de contarlo y tendrán que verlo con sus propios ojos.
Bonus tip: Para entender mejor estos países hay que leer “El imperio” del periodista y escritor Ryszard Kapuściński quien describe la entrada al mundo contemporáneo de Asia Central a través de su experiencia como reportero de manera magistral.