Luego de un desastre natural es normal que el turismo baje en las zonas afectadas, ya sea porque la infraestructura se vio dañada o porque se tiene una percepción de peligro al visitar dichas ciudades, estados o incluso países. Sin embargo, es de suma importancia que, una vez que el territorio esté listo para recibir a los viajeros, éstos no cancelen sus planes de visita. Ésta es la situación actual de nuestro país.
Si tomamos en cuenta que, según el INEGI, en 2016 el turismo representó para el país el 8.7% del Producto Interno Bruto (PIB), —que abarca el transporte de los pasajeros, su hospedaje, la venta de artesanías, actividades deportivas y otros aspectos más— es evidente que este sector es una parte muy importante de la economía. México es ahora el 8º país más visitado del mundo; según la Secretaría de Turismo, recibimos a 26 millones de turistas de enero a agosto de este año (12% más que en el mismo tiempo de 2016) y obtuvimos más de 14 mil millones de dólares en divisas (9.7% mayor al de los mismos meses del año pasado).
De ahí la importancia de invitar a los viajeros mexicanos y de todo el mundo a que nos visiten. México sufrió dos de las peores catástrofes naturales de los últimos años, pero está de pie y está listo para recibir al mundo:
En el caso de Oaxaca, “el turismo procedente de la Ciudad y del Estado de México representa el 50% del número de visitantes”, dijo el titular de la Secretaría de Turismo del estado, Juan Carlos Rivera Castellanos en entrevista con el diario Expansión.
Aquí puedes ver nuestras recomendaciones de lo que puedes hacer en el estado de Oaxaca y acá nuestros consejos para Chiapas.
En la Ciudad de México, tan sólo en enero de este año, 946,453 turistas nacionales e internacionales se hospedaron en hoteles, los cuales, en promedio, dejaron una derrama económica de $6,477.4 pesos cada uno (según el gobierno de la ciudad); un total de $6,130,554,662 pesos en un sólo mes.
Sin embargo estos no son las únicas localidades que se vieron afectadas. El Estado de México, Puebla, Morelos y Guerrero también necesitan nuestra ayuda.
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Discrepo con Rufino Tamayo cuando en algún momento dijo “esa es mi meta: hacer, a través de mi pintura, que se conozca a México, que se le estime”, para conocer a México hay que viajarlo; concuerdo más bien con Carlos Fuentes, quien dijo “México no se explica; en México se cree, con furia, con pasión, con desaliento”.