Hace poco más de dos décadas, Porsche le dio la bienvenida a uno de los modelos más exitosos de su historia al apostar por la incorporación de un suv a la familia de deportivos Porsche 911 y Boxster, con prestaciones sobresalientes. Se trata de Porsche Cayenne, el todoterreno que combina deportividad, practicidad, estilo, emoción y audacia. Si a la leyenda se le suman las clasificaciones GTS y coupé, se tiene como resultado automovilismo deportivo en estado puro.
Pusimos a prueba el nuevo Porsche Cayenne Coupé GTS —que ahora vuelve con un motor V8— en la Ciudad de México y con una escapada en carretera cerca de Cuernavaca, y la experiencia de manejo fue impecable en ambos casos.
En la ciudad, sus cualidades de todoterreno hacen que el confort sea constante, incluso en superficies irregulares y empedradas. En carretera, la sensación de deportividad está presente en todo momento. Desde el sonido al encender el motor hasta sentir el vehículo bien plantado en el suelo o la respuesta perfecta a distintas maniobras, viajar a bordo de un Porsche provoca una emoción inconfundible.
El diseño exterior es indiscutiblemente de Porsche, con una silueta emblemática Flyline 911 que se extiende desde los faros hasta la franja continua de pilotos traseros como un músculo perfectamente formado. En su interior, el habitáculo es limpio, deportivo y espacioso. Además, materiales de gran calidad, como el Alcantara® —presente en el techo, los paneles centrales de los asientos, los reposabrazos de la consola central y las puertas— y el aluminio oscuro pulido, le dan una apariencia sofisticada.
Fiel a la fuerte identidad de la firma alemana, Porsche Cayenne Coupé GTS integra los genes del emblemático 911 con cada elemento de diseño y performance, con lo que se convierte en una referencia para su segmento. Un vehículo que lo tiene todo y que, a pesar de ser cómodo y práctico, no deja a un lado la deportividad que caracteriza a una marca tan entrañable como Porsche.