Macao es una región especial de China que durante casi medio siglo fue dominada por Portugal. Dato que, me da pena aceptar, no conocía. Como podrán ver, no suele emocionarme mucho el colonialismo, pero el resultado de esta fusión de cocinas fue una gran excepción: me interesó muchísimo, más porque se celebra dentro de uno de los restaurantes más elogiados de Chicago.
Entrar a este pequeño y ruidoso espacio en el que no caben más de 40 personas —y algunas hasta tienen que compartir mesa— en Logan Square, el barrio hip que sirve como prolongación de Wicker Park, puede tomar hasta una hora, pero una vez dentro ofrece la oportunidad de probar deliciosos platillos fuera de la zona de confort.
Los meseros son la mejor guía para tomar una decisión, aunque si es tu primera vez, te recomiendan, obviamente, probar el platillo de la casa, suficiente como para dos o tres personas, dependiendo del hambre.
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El fat rice es, por fantasear un poco, una versión portuguesa de la paella que viajó a China, en una exploración espiritual, para buscar “ese algo que le hacía falta”. ¡Y lo encontró! “Ese algo” es arroz de jazmín, curry, cúrcuma, gochugaru y un listado de más de 20 ingredientes, como uvas, pasas, huevo cocido, chorizo español, pollo, almejas, salchicha china, langostinos, chiles en vinagre, limón, etc. Una mezcla que, al probarla, y sin buscar el esoterismo, te cambia la cosmovisión.
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Lo mejor es acompañar este platillo con una cerveza Jungle Bookie, de la compañía local Marz Community Brewing, que tiene un toque especial para seguir experimentando con ingredientes y sabores: té rooibos.
FAT RICE, 2957 W Diversey Ave., Chicago, T. +1 (773) 661 9170, eatfatrice.com