1. El sofisticado: Tickets Bar
Albert Adriá abrió este espacio después del cierre del famoso Bulli. Lo más parecido a comer en un restaurante de tres estrellas pero en versión relajada y mucho más corta. Eso sí, imprescindible reservar.
2. El lúdico: Casa de Tapes Cañota
Una interpretación más humorística de la tapa pero que no sacrifica en calidad. Hay que pedir las bravas, las croquetas y la cajita de fritos.
3. El de moda: Tapas 24
Sí, siempre esta lleno. Sí, es el lugar de moda. Pero la verdad, se come muy bien. Las creaciones de Carles Abellan nunca fallan. Aunque la fila llegue hasta la calle vale la pena esperar.
4. Uno clásico: La Flauta
Un lugar de locales. Siempre esta lleno y toca esperar por una mesa, pero la espera vale la pena. Todo el menú es bueno pero el pan tumaca (y el pan que utilizan para hacerlo) es imperdible.