Recuperar el espíritu salvaje

Cuando Kristine y Douglas Tompkins descubrieron los efectos perniciosos de la actividad ganadera sobre la tierra y las especies que habitan en ella, decidieron dedicar su vida y recursos a la recuperación de territorios que poco a poco vuelven a prosperar.

10 Nov 2023

Pablo Guerra, encargado del Centro de Reintroducción de Jaguares, y Sofía Heinonen, directora ejecutiva de Rewilding Argentina, a caballo en la isla San Alonso, siguen a los ejemplares de jaguar que ya han sido devueltos a su hábitat. Foto: © Rolex / Sofía López Mañan.

Desde 1976, los Premios Rolex a la Iniciativa forman parte de la Iniciativa Perpetual Planet y han otorgado un reconocimiento a quienes transforman vidas y comunidades enteras para construir un mejor planeta para todos. Siguiendo los valores de calidad, ingenio, determinación y el espíritu emprendedor que ha impulsado a la compañía desde sus inicios, en Travesías presentamos esta serie de Guardianes del Planeta, con perfiles de socios y laureados con Premios Rolex a la Iniciativa.

La de Kristine y Douglas Tompkins es una historia que trasciende el tiempo y el espacio: durante tres décadas, su trabajo de restauración medioambiental ha hecho renacer, kilómetro a kilómetro, la flora y la fauna nativas de entornos que se creían perdidos. Mediante sus filiales Rewilding Chile y Rewilding Argentina, la organización Tompkins Conservation recupera, para la vida silvestre, tierras que durante mucho tiempo se dedicaron a la ganadería, actividad que llevó al límite los recursos de regiones que algún día rebosaron de especies endémicas muy particulares.

Sofía Heinonen, directora ejecutiva de Rewilding Argentina, trabaja para revertir la crisis de extinción de la vida salvaje, al proteger y restaurar ecosistemas tanto completos como funcionales, además de impulsar economías locales y regenerativas que beneficien a la vida salvaje y las comunidades. (Foto: © Rolex / Sofía López Mañan)
Sofía Heinonen, directora ejecutiva de Rewilding Argentina, trabaja para revertir la crisis de extinción de la vida salvaje, al proteger y restaurar ecosistemas tanto completos como funcionales, además de impulsar economías locales y regenerativas que beneficien a la vida salvaje y las comunidades. (Foto: © Rolex / Sofía López Mañan)

A inicios de los años noventa, Kristine Tompkins, presidenta y cofundadora de Tompkins Conservation, y el fallecido Douglas Tompkins visitaron Valle Chacabuco, en la Patagonia chilena, y fueron testigos de cómo el entorno, despojado de su espíritu salvaje, era hogar de una población insostenible de vacas y ovejas. La producción ganadera ejercía una enorme presión sobre los bosques y los ríos de la región, y las especies nativas desaparecían rápidamente. Fue entonces que los exitosos empresarios decidieron adquirir aquellas tierras, convertirlas en parques nacionales y donarlas a los chilenos para su preservación.

Sin embargo, es más que probable, y en especial para ciertos entornos naturales vulnerables como éste, en el cual la tierra estaba tan erosionada que no era más que polvo, que hayamos pasado el punto en el que no sólo es necesario poner en acción un plan de conservación medioambiental, sino también “renaturalizar”, nombre que se le da a una estrategia ecológica integral que busca restaurar las cualidades silvestres de un entorno, así como todas sus funciones e interacciones.

Cristián Saucedo, director de vida silvestre de Rewilding Chile, es certero cuando asegura que un ecosistema puede destruirse en muy poco tiempo, mientras que su recuperación puede tomar décadas. En 15 años de trabajo en la zona, por ejemplo, se han retirado 800 kilómetros de vallas que obstaculizaban el tránsito normal de animales silvestres, como el guanaco, y, al bajar la densidad de las especies invasoras, en este caso el ganado, se ha abierto una brecha para la proliferación de las especies nativas, entre ellas el puma, el ñandú (similar a un avestruz, pero más pequeño, el cual cumple la función primordial de esparcir semillas) y el emblemático huemul, conocido también como ciervo sur andino. La población de esta especie icónica de Chile se redujo a menos de 1,500 ejemplares. Gracias a la participación ciudadana y la transformación del complejo ganadero en un parque nacional, personas como Daniel Velásquez, quien hizo carrera como ganadero, hoy funge como guardabosques y monitorea los huemules, cuya población se robustece poco a poco, mientras que las personas que habitan en las cercanías adquieren un sentido de pertenencia y orgullo respecto a estos entornos.

Giselda Fernández, coordinadora de cuarentena en el Anteater Rescue Centre, alimenta a un cachorro de oso hormiguero. Estos animales se habían extinguido en los esteros del Iberá y hoy han sido reintroducidos para mantener las incontables especies de hormigas bajo control, lo que permite que los pastizales y los bosques se recuperen. (Foto: © Rolex / Sofía López Mañan)
Giselda Fernández, coordinadora de cuarentena en el Anteater Rescue Centre, alimenta a un cachorro de oso hormiguero. Estos animales se habían extinguido en los esteros del Iberá y hoy han sido reintroducidos para mantener las incontables especies de hormigas bajo control, lo que permite que los pastizales y los bosques se recuperen. (Foto: © Rolex / Sofía López Mañan)

El caso argentino tiene una génesis similar, aunque en un entorno del todo distinto. A finales de los noventa, el matrimonio Tompkins visitó los humedales del Iberá, en el norte del país. Ahí, en medio del segundo paraje de humedales de agua dulce más grande del mundo, la ausencia de ciertas especies clave para dicho ecosistema les resultó preocupante.

Así pusieron en marcha la misma estrategia de renaturalización. Después de todo, asegura Kristine Tompkins, “un paisaje sin vida salvaje es tan sólo un decorado”. Entre otros grandes logros, Rewilding Argentina ha logrado la reintroducción exitosa de jaguares, una especie que no se había visto en la región en 70 años y que hoy comienza a reproducirse por sí misma. La presencia de grandes depredadores tiene un efecto cascada en el equilibrio de la ecología local, por lo que, además de ser un sueño hecho realidad, los jaguares se han convertido en la base de un ecosistema en vías de sanar. Una decena de especies animales forma parte del trabajo de la organización: el oso hormiguero gigante, que regula las poblaciones de insectos; los guacamayos, que dispersan las semillas de frutos de gran tamaño, así como los venados de las pampas, los ocelotes y las nutrias gigantes, entre otros.

Sebastián Di Martino, director de conservación de Rewilding Argentina, aún recuerda cómo hace un par de décadas no había animales en la región. Hoy, como parque nacional, vuelve a ser, poco a poco, un entorno autosostenible en el que cada especie recupera su función. A su vez, adquiere una nueva vocación turística que se transforma también en nuevas oportunidades de empleo para los pobladores.

Tompkins Conservation, mediante este modelo, ha logrado proteger seis millones de hectáreas en 30 años y consiguió la creación de 15 parques nacionales en Chile y Argentina. Desde 2022, la alianza con la Iniciativa Perpetual Planet de Rolex brinda apoyo a estas dos filiales, Rewilding Chile y Rewilding Argentina, que devuelven su hogar a decenas de especies nativas que se creían perdidas.

Rewilding Aregentina actualmente trabaja para reintroducir 10 especies en los humedales. Una de ellas es el jaguar. Aquí, el Jaguar Reintroduction Center tiene cuatro corrales octagonales, y otros dos de 1.5 hectáreas. A la derecha hay una porción del corral más grande, de 30 hectáreas. (Foto: © Rolex / Sofía López Mañan)
Rewilding Aregentina actualmente trabaja para reintroducir 10 especies en los humedales. Una de ellas es el jaguar. Aquí, el Jaguar Reintroduction Center tiene cuatro corrales octagonales, y otros dos de 1.5 hectáreas. A la derecha hay una porción del corral más grande, de 30 hectáreas. (Foto: © Rolex / Sofía López Mañan)
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