Hace 10 años se publicó por primera vez el World Happiness Report, un informe realizado por la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible que destaca al país más feliz del mundo y en el que participan 156 países. En ese entonces Dinamarca se colocó como el país más feliz del mundo, pero tiempo después, Finlandia le robaría el puesto.
Ahora, y por quinto año consecutivo, Finlandia ocupa el primer lugar de la lista de este informe, pero… ¿qué opinan en realidad sus habitantes?
El informe tiene como principal fuente de datos a la Encuesta Mundial de Gallup (GWP), en donde se pide a los ciudadanos de los 156 países participantes que imaginen su vida en una escala y la califiquen del 0 al 10, donde el 10 significa tener la vida que siempre han soñado. Denominada como la escalera de Cantril,; aquí es donde Finlandia tiene el promedio más alto con 7,821, mientras que Afganistán obtiene el promedio más bajo, con 2,404.
Aunque esto es sólo una evaluación de autopercepción, en la Encuesta Mundial, también se consideran temas sociales que contribuyen a mejorar las evaluaciones:
- Alto PIB per cápita
- Fuerte sistema de apoyo social entre amigos y familiares
- Esperanza de vida saludable
- Libertad para tomar decisiones en la vida
- Ausencia de corrupción en el gobierno y el mundo de los negocios
- Generosidad cuando se trata de donar a la caridad
Los encuestados -aproximadamente mil habitantes por país- expresan su felicidad o infelicidad a través de un sí o un no a las preguntas que GWP realiza.
¿Qué opinan los locales?
Quisimos saber más sobre el tema y hablamos con Tuomo Reponen, finés originario de Raahe dedicado a la planificación de climatización e ingeniería energética, quien nos contó con más detalle los puntos destacados por la GWP.
“La familia y los amigos siempre están dispuestos a ayudar. La gente es amable con la gente agradable; como en todo, depende, pero la mayoría de las veces la sociedad está dispuesta a ayudar”.
Sin embargo, hasta el más feliz de los mundos tiene sus cosas: “tenemos problemas en términos de que no hay bastantes personas que brinden ayuda lo suficientemente pronto para recibir, por ejemplo, servicios de salud mental con rapidez, porque por ahora no hay muchos terapeutas”.
En cuanto a tomar decisiones propias y elegir sobre el camino de vida que uno quiera, los finlandeses son completamente libres de elegir: nadie impone una carrera o profesión. “Tú eres el jefe de tu propia vida”.
Y en cuanto a la corrupción, lamentamos desilusionarte, pero sí existe, aunque no a la manera que vemos en Latinoamérica. Tuomo nos explica qué ocurre especialmente en las grandes empresas cuando se trata de problemas comunitarios. “Algunos partidos políticos o algunas empresas anónimas siempre son más o menos favorecidas en algunos lugares y casos, especialmente si alguien puede beneficiarse de hacer un trato, pero no es una mayoría. Y cuando ocurre, casi siempre terminan siendo exhibidos por la prensa.”
Aunque la corrupción encuentra lugar en el sistema, la impunidad no y las personas involucradas en casos ilegales son castigadas por la ley, tanto con multas como con la cárcel.
Tuomo ha donado el último mes a caridad; sin embargo, considera que no es una práctica común entre los fineses.
“Todo depende de la situación social que se tenga, entre más educación haya recibido, si tiene suficiente dinero y si se es socialmente activo, entonces el finlandés es propenso a donar recursos a la caridad, pero no es una práctica común”.
Los ciudadanos pagan alrededor del 21% de sus ingresos de impuestos; sin embargo -y a diferencia de otros países- la utilización de estos recursos permite que los locales tengan educación gratuita desde jardín de niños hasta la universidad, servicio médico gratuito y una atención a la salud pública de buena calidad.
No todo es felicidad
Aunque Finlandia lidera la lista de los resultados obtenidos por el World Happiness Report, Tuomo asegura que los últimos años la inseguridad ha aumentado, sobre todo en Helsinki, “las balaceras ahora son posibles y hace algunos años nadie aquí pensaba en ello”.
“Puedo ir a Kouvola Repovesi National Park a la 1:00 AM y escalar hasta las 6:00 AM sin ver a nadie y estar seguro, pero no puedo ir a la estación central de ferrocarril en Helsinki a las 2:00 AM porque es peligroso y puedo encontrarme con pandillas armadas”.
“Lo mismo pasa con los casos de suicidios, violencia familiar, asesinato y crimen organizado no se mencionan en ningún medio, pero son reales”, concluye Tuomo. A final de cuentas, Finlandia forma parte de este mundo.