Si piensas en campos florales seguramente tu mente vuela directamente a Keukenhof, Holanda o a Plateau de Valensole, en Francia, pero, ¿has visto alguna vez los mexicanos?
En nuestro país encuentras estos espacios abiertos donde las flores son las protagonistas del panorama y las responsables de colorear los campos durante su temporada de floración, que varía de acuerdo a cada especie.
Un campo con aroma
La lavanda es una flor que tiene propiedades relajantes y por suerte en Guanajuato encontramos dos lugares que ofrecen cosecha de lavanda y abren sus puertas al público en general. Macehual Campos de Lavanda es un lugar donde el auténtico aroma de la flor se percibe en cada rincón, creando una sensación infinita de paz y tranquilidad. A menos de 30 minutos del centro de San Miguel de Allende se encuentra este campo donde se cultiva lavanda.
El lugar cuenta con un restaurante que ofrece margaritas hechas con esta flor y comida de la región con un toque floral, ideal para una tarde relajante. Si quieres disfrutar de un campo repleto de colores púrpura, entonces visita El Macehual durante el verano.
Rancho de Lavanda es otro lugar para disfrutar de las flores en su ambiente natural. Los cambios de luz al amanecer y al atardecer favorecen al color natural de las flores y permiten que el campo luzca un tono violeta azulado magnífico. El rancho ofrece un recorrido guiado donde puedes apreciar los campos y comprar productos hechos con las distintas especies de flores de lavanda, como cerveza artesanal, jabones y nieves.
Rancho de Lavanda se encuentra a una hora y 15 minutos del centro de San Miguel de Allende y es ideal para una visita de un día en tu paso por Guanajuato.
La mejor temporada de floración para visitarlo es en verano.
Siguiendo al sol
A dos horas y media en carro del centro de Villahermosa se encuentra el Santuario de Girasoles en Balancán Tabasco. El campo de casi 6 mil hectáreas repletas de girasoles abre sus puertas únicamente 20 días por año, justo cuando comienza el ciclo de floración. Después, las puertas del santuario se cierran para que las flores sigan su ciclo y sus recursos naturales se aprovechen para crear distintos productos. La fecha de apertura cambia cada año, pero siempre oscila entre marzo y abril.
Es recomendable llevar ropa ligera y fresca, usar protector solar, sombrero y gafas de sol.
Este lugar también ofrece una sesión de fotografías para aquellos que desean un recuerdo mucho más profesional.
Un espacio suave y brillante
Las faldas del volcán Popocatépetl se iluminan con los coloridos cultivos de flor de terciopelo y cempasúchil durante el otoño. A tan sólo dos horas y media en auto de la Ciudad de México se encuentra Atlixco municipio de Puebla que se conoce por ser el primer productor de estas flores a nivel nacional.
Entre los campos más queridos están el de Atlixco y Cholula. Este último, tiene una zona arqueológica detrás del campo anaranjado. En estos cultivos te sentirás abrazado por las flores que miden más de un metro y medio de alto y podrás conocer un ángulo diferente de la naturaleza.
La última semana de octubre es la más popular para visitar estos lugares porque las flores están en su mejor y más brillante momento. Además durante estas fechas los pueblos comienzan los preparativos para la celebración del Día de Muertos y se visten de colores creando alfombras de flores en las calles y preparando un festín de leyendas y calaveras.