La de los viajes es una industria tan grande y con tanta historia que fue de las primeras en subirse a la tecnología. En cuanto apareció internet y a medida que se volvían más sofisticados los motores de búsqueda, las agencias, operadores, hoteles y restaurantes fueron buscando acercarse a los viajeros de la forma más rápida, confiable y eficiente. Así nacieron motores de booking, mapas, generadores de itinerarios y mil monerías más que son parte de nuestra vida cotidiana.
Por eso, quizá, resulta sorprendente encontrar una innovación en una industria que parecía tenerlo todo. Shuttle Central, una app creada por los mexicanos Barsi Luna y Jorge de Córdova, dos emprendedores con una larga experiencia en la industria, encontró un gap en una etapa crucial de los viajes: la transportación terrestre desde y hacia el aeropuerto, y la movilidad para viajeros en lugares donde usualmente resulta difícil, como lo es la Riviera Maya.
Hablamos con Barsi Luna para que nos cuente en qué consiste Shuttle Central, cómo llegaron a esta solución y porqué se habla tanto de que podrían ser el próximo unicornio tecnológico de México.
Tan simple que es complejo
“Shuttle Central, como empresa existe dese mayo 2019, aunque las operaciones empezaron en julio de 2019”, cuenta Luna. “Lo que hacemos es resolver el problema de los operadores de transporte de acceso a la tecnología y funcionamos como intermediarios de la operación turística para acercar al operador independiente de una forma mucho más directa a las agencias de viaje”.
En otras palabras, Shuttle Central actúa como mediador entre agencias de viaje virtuales o físicas y el viajero, ocupándose de toda la logística de transportación en tierra desde que baja hasta que se sube al avión de regreso a su casa.
“Esto hace que el costo se reduzca, que el margen de ganancia aumente o que ambas se balanceen. En segundo lugar, la cadena de comunicación entre operador, agencia y viajero resulta mucho más eficiente. Estamos empoderando al proveedor de transporte con la tecnología, los procesos y la buena práctica para que pueda operar este tipo de ventas y lo estamos ayudando para que tenga presencia online. A cada operador le damos una página con transaccionalidad, conectada con una pasarela de pagos que acepta tarjetas de todo el mundo, que en travel es muy difícil que una empresa pequeña lo tenga”, dice Luna.
En la necesidad surgen las grandes ideas
“Hace seis años, con mi socio Jorge de Córdova abrimos otro negocio, tuvimos una agencia de viajes de donde pivoteamos muchas más ideas, como hacer city packs como los de Londres y Nueva York que se venden muy bien, aunque tomando en cuenta que en zonas como Cancún hay menos atracciones”, cuenta Barsi Luna. Aún así, buscando desarrollar un producto atractivo se encontraron con la primera traba: “Nos dimos cuenta de que los operadores locales de tours y atracciones no tenían tecnología ni para leer un QR, fue cuando dijimos ‘es imposible’ y ahí nos dimos cuenta que tanto los tours, como las actividades y el transporte estaban atrasados”.
Al contrario de las historias de empresarios que relatan un “aha moment“, Luna relata que en su caso fue la suma de varios insights obtenidos en su día a día lo que les dio la idea: “Por ejemplo, en la última agencia en la que trabajé generando producto, hice fue un nicho de experiencias inmersivas en destino tanto para un segmento budget como para uno de lujo. Y hablando con la gente que compraba los tickets budget-friendly y del segmento de lujo, no importaba de dónde vinieran, cuando les preguntaba por qué me compraban a mí no me decían que toda la diferencia la hacía la transportación, que en el paquete se incluía la recolección en y hacia el aeropuerto y hacia las actividades, que les resolvía el tema del pago, de tener que tomar un Uber o un taxi en un lugar que no conocían, etc. Para mí fue como “ah, la transportación es un problema muy grande para el viajero”.
Del lado de su socio, Jorge de Córdova, también las cosas apuntaban en esa dirección. De Córdova estaba a cargo de contratar la transportación en todo el continente americano en una OTA (agencia de viajes online) muy grande y aún con el reconocimiento que tenía la empresa no lograba conseguir operadores de transporte: no sabían lo que era una API (interfaz de aplicaciones), ni un sistema de dispense, y cuando les pedía promociones y tarifas dinámicas se quedaban, en palabras de Luna, como de “qué es eso, yo sé operar y punto”.
“Nos dimos que cuenta que lo que ha ocurrido tradicionalmente con estas grandes empresas de booking y los operadores es que las primeras usan agregadores, que usan varias capas de intermediación y es donde se va rompiendo la experiencia del viajero. Por ejemplo, un turista americano que está viajando a un destino del caribe, donde es complicada la comunicación, reserva a través de booking.com, y resulta que booking.com contrató un agregador que tiene a un distribuidor que tiene a un agregador más y terminas hablando a un call center en la India después de 40 minutos de haber llegado a destino”.
La idea de Shuttle fue eliminar esa cadena de agregadores, dejar los intermediarios mínimos, facilitar la tecnología a los operadores y hacer el vínculo con Booking, Expedia y otras grandes agencias de viaje para que el viajero no tenga que si quiera enterarse de que existe una cadena detrás de su pedido de transporte.
Aunque no los veamos, allí están
“Al final del día”, cuenta Luna, “cuando reservan en Booking los viajeros se enteran de nosotros, porque Booking nos manda la reservación y nosotros le mandamos al usuario la confirmación en un correo donde nos presentamos como Shuttle Central y le explicamos que nos vamos a hacer cargo de toda la operación. Allí además le damos un link para que haga su check-in, y así garantizamos que la información esté completamente correcta, le prevenimos al viajero de cualquier situación que pueda haber en los aeropuertos, además de que le hacemos saber que tiene un punto de contacto a través de ese web check-in. Desde esa plataforma (de escritorio) puede ver dónde está su chofer y comunicarse con él en forma directa”.
Visión a futuro
“En este momento estamos en el transporte terrestre que es el que más conocemos y del que nos dimos cuenta que el problema es muy grande, pero también como viajeros internacionales que somos nos hemos dado cuenta de otros problemas de movilidad, incluso en casos en los que abundan las opciones: cómo decidir qué es lo más conveniente para trasladarte, sin tener que bajar además la app de cada empresa, cuando estás en un destino con tantas posibilidades como Londres o Berlín. Lo mismo ocurre con la renta de autos y los servicios de ferry y de tren. Nuestra idea es integrar todas esas herramientas a una sola aplicación, de manera que puedas reservarlo todo en un solo lugar. Que te dé la ruta más fácil, mas cómoda y adaptada a tu presupuesto. Con eso podemos predecir demoras y ser proactivos en caso de que se presenten”, explica Barsi Luna.
Un unicornio a punto de despegar
Los unicornios, hablando de negocios, no son raros animales mitológicos, sino start-ups de tecnología que logran una valorización de más de 1.000 millones de dólares sin tener presencia en la bolsa. No por nada que todas las start-ups sueñan con convertirse en uno.
Le preguntamos a Barsi Luna qué tan cerca están de convertirse en uno, un tema que se ha vuelto recurrente desde que comenzaron a recibir reconocimientos como entrar en el portafolios del fondo Venture Capital 500, y ser aceptada por el programa de Y Combinator, una importante la aceleradora. Además del éxito en rondas de inversiones, nos responde que en parte se debe a los logros que obtuvieron en circunstancias extremas y en una industria particularmente golpeada por la pandemia. “Levantar un negocio en pleno Covid con sólo 100 mil dólares, que no es nada, y facturar a dos años de haberlo iniciado 4 millones de dólares ha dejado claro que fuimos muy eficientes en la administración de los gastos y en traer a la gente adecuada”.