Rodeado de impresionantes cenotes, Valladolid cautiva por la amabilidad de su gente, casonas coloniales y su fuerte relevancia histórica.
Al rescate del arte de la seda oaxaqueña.
La zona a la que Jacques Cousteau llamó “el acuario del mundo” está en un momento complicado a nivel ecológico
El Nevado de Colima es el séptimo pico más alto de México y subir hasta el punto más alto es una experiencia intensa, pero muy gratificante.
Uxmal, en Yucatán, es la zona arqueológica más importante de la Región Puuc, en la que el culto a Chaac —dios de la lluvia— y la impresionante arquitectura caracterizaron su esplendor.
Entre ferias y toreros, Aguascalientes es una ciudad con una gran oferta cultural, que se manifiesta en la alegría hidrocálida. Un destino perfecto para pasar un fin de semana, con amigos o en familia.
Esta ciudad de pasado minero y colonial vibra muy alto, no sólo en sus edificios, sino en su exquisita comida que se ha posicionado como una favorita en el mapa gastronómico de México.
En 2003 la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad a las cinco misiones franciscanas que están en la Sierra Gorda de México.
En Tulum hay mucho por hacer. Además de tomar el sol en sus playas celestes, se recomienda conocer la oferta de servicios de bienestar personal y disfrutar su vida nocturna.
Careyes, en la Costa Alegre, es un pueblo-resort que busca reinventar la relación entre el humano y la playa.
Si se trata de disfrutar sin prisas del mar, la brisa y los paseos en el malecón, la ciudad de Campeche es el lugar ideal.
San Sebastián Bernal es el arquetipo de pueblo colonial de México. Sus calles adoquinadas, sus tradiciones y su enorme peña lo convierten en un destino ideal para escapar un fin de semana.
Desde el Templo de Santo Domingo hasta el Mercado 20 de noviembre, Oaxaca es sinónimo de fiesta, gastronomía, cultura e historia en cada rincón.
Patrimonio de la Humanidad, Paquimé es un sitio arqueológico complicado —de llegar, de clima y de entender—, pero que da más al viajero de lo que le exige.
Playas, hoteles de lujo, mariscos y muchas actividades acuáticas son la esencia de Ixtapa-Zihuatanejo, donde la diversión y el descanso están asegurados.