Con laderas llenas de agave azul, mariachi y gastronomía típica, Tequila es una escapada obligada para todos los mexicanos.
El legado de cuatro chefs mexicanas en Estados Unidos.
El renacimiento de Tijuana —una de las ciudades más magnéticas del norte de México— se vive en sus playas, tacos de asada, cerveza artesanal, vida nocturna, centros culturales y escapadas de fin de semana.
El dúo curatorial Tony Macarena nos comparte su amor a Guadalajara, una ciudad que ya no es la misma.
Parras, Coahuila, es un oasis en el desierto. La historia, tradiciones y producción de vinos hacen de este Pueblo Mágico un destino único.
Xilitla, en el Bajío de México, es un Pueblo Mágico rodeado de vegetación y agua que invita a conocer lugares de ensueño en la fascinante Huasteca Potosina.
En la última esquina de Quintana Roo, donde las aguas del Caribe y el Golfo se encuentran, Holbox ofrece a los viajeros una alternativa al ruido del resto de la península.
Ubicado en el sur del estado de Sinaloa, Mazatlán es uno de los destinos que enamoran a locales y extranjeros por su mar de altas olas, deliciosos mariscos y hermosos atardeceres.
Cuatro Ciénegas, uno de los lugares más biodiversos del país, tiene el potencial de convertirse en el destino ecoturístico más importante del norte.
Conocida por todos, visitada por pocos; Ciudad Juárez es un destino poco convencional que tiene mucho que ofrecer.
Famosa por sus fachadas amarillas, Izamal es la fusión del pasado glorioso maya y el encanto colonial del siglo XVI. Aquí, además, la cocina yucateca es protagonista.
Celestún es uno de los paraísos naturales de México. Hogar de flamencos rosados, charcas de sal, manglares y un sinfín de aves.
Muy cerca de La Paz, entre dunas de arena y áridas montañas, Balandra es, sin dudarlo, una de las playas más hermosas de México.
En Jerez, uno de los seis Pueblos Mágicos de Zacatecas, la música, la fiesta, la cultura, las aventuras en la sierra y la buena gastronomía son los protagonistas de un viaje en México que se antoja ideal.
En Morelia lo viejo convive con lo nuevo. Desde los centros culturales de cantera rosa hasta los restaurantes con sabores tradicionales (y una buena dosis de mezcal), esta ciudad es perfecta para un plan de fin de semana.