Bajo el sello de Four Seasons, esta propiedad es una de las mejores opciones para hospedarse en Ginebra. Convenientemente ubicado cerca de tiendas de lujo, con vista al lago de Ginebra y frente al puente de Mont- Blanc, este hotel es el punto de partida perfecto para explorar los alrededores de esta ciudad suiza.
La historia detrás
El terreno original perteneció a un financiero millonario que vendió la propiedad al gobierno de Ginebra en 1565. Sin embargo, no fue sino hasta inicios del siglo xix que la historia del hotel comenzó a tomar forma de la mano de la transformación de la zona. Y es que, hasta ese entonces, éste era un centro industrial al que los viajeros llegaban en barco y el paisaje que los recibía no era particularmente encantador. Así que las autoridades tomaron cartas en el asunto e intentaron cambiar el panorama, mediante un proyecto de urbanización con el que el ingeniero y coronel Guillaume-Henri Dufourse se enfocó en dar una nueva vida al barrio.
Años más tarde, la Société des Bergues, fundada en 1829, estableció como su prioridad construir un hotel “sencillo, de estilo puro y libre de ornamentación superflua”. El resultado fue esta propiedad, con detalles en la fachada inspirados en la arquitectura griega, italiana y francesa. Inaugurado
el 1 de mayo de 1834, el Hôtel des Bergues rápidamente fue reconocido como el más grande e impresionante de Suiza. Con el paso del tiempo sufrió un par de remodelaciones, pero todas respetando la esencia e historia que guardan sus muros.
El Hôtel des Bergues ahora
El hotel es el ejemplo perfecto de que es posible respetar la historia al mismo tiempo que una propiedad se moderniza y mantiene los más altos estándares de lujo. Al spa con piscina, sauna y vapor, gimnasio y salones para eventos se suman las habitaciones con vistas dignas de cualquier postal: la Jet d’Eau Fountain por un lado, rodeada por el lago de Ginebra, con la arquitectura medieval del Old Town por el otro y los Alpes de fondo. Y, por supuesto, los restaurantes de lujo no faltan, como Izumi, un rooftop con una vista panorámica de la ciudad y donde el chef Toshikazu Kato sirve cocina peruana y japonesa, o Il Lago, a cargo del chef italiano Massimiliano Sena, galardonado con una estrella Michelin.
Una visita obligada (y personalmente, mi sitio favorito del hotel) es Le Bar des Bergues, donde los huéspedes se encuentran con los locales, pero también con los viajeros que pasan por la calle en busca de un sitio fresco para escapar del calor veraniego de Ginebra. Acá hay que sentarse a la barra y pedir una cerveza local bien fría (la Boxer Old es la que recomiendo), acompañada de las galletas de parmesano que dan de cortesía. Para los que lleguen con hambre, la milanesa y los profiteroles con helado de vainilla son la mejor opción.
6 cosas para hacer en Ginebra cuando te hospedes en el Hôtel des Bergues
1. Come fondue en Les Armures, un histórico restaurante en el centro de la ciudad. Pro tip: pon pimienta recién molida en tu plato para acompañar el fondue.
2. Haz un tour por las chocolaterías del centro de la ciudad. Prueba los diferentes estilos y elige tu favorito para llevar a casa como souvenir.
3. Sal a caminar o correr a un lado del lago y aprovecha para conocer mejor la zona.
4. Renta un barco y haz un pícnic en el lago. Puedes pedir ayuda en el hotel para gestionarlo.
5. Visita alguna de las casas relojeras a las afueras de Ginebra. Necesitarás hacer una cita para ello.
6. Sal del hotel, cruza el puente de Mont-Blanc y haz una caminata por el Old Town; piérdete entre edificios históricos y pequeñas calles.