Hay al menos dos minas que visitar en este pueblo. La mina de San Antonio empezó a funcionar en 1565 y estuvo activa por 400 años, después fue abandonada. Recientemente la pequeña mina fue recuperada y abierta al turismo. Se trata de una mina de plata, donde todavía hoy pueden identificarse las vetas.
La mina de Guadalupe es muy similar, pequeña y también recuperada hace poco, nos ayuda a darnos una idea del extenuante trabajo que realizaban los mineros al tener que soportar espacios muy pequeños, con poco aire y mucho calor.
Durante el periodo colonial esta zona, que entonces era rica en plata, prospero mucho. Con el paso del tiempo, y mientras las minas se fueron agotando, muchos de estos pueblos fueron decayendo también.
Durante el recorrido los guías explican los procesos de extracción de la plata pero también la manera en que se utilizaba el mercurio para refinar el producto.
Hoy en día México sigue siendo el productor número uno de plata del mundo. #KIATravel