“Todo lo que hacemos es a un nivel muy personal, se trata de involucrar pequeños detalles y respetar los distintos elementos de cada propuesta”. El experimentado restaurantero Ricardo Franco explica el concepto del nuevo proyecto del grupo responsable de Puebla 109 y Romita (entre otros) mientras saluda a varios transeúntes de la calle Tonalá desde su mesa en el restaurante Catalina.
El espíritu de convivencia y comunidad se desborda en un ambiente similar al de una reunión entre amigos, lleno de anécdotas, sugerencias y sobretodo buena comida. El Corredor Tonalá es más que un conjunto de locales atractivos en una de las zonas más concurridas de la ciudad, es un proyecto de restauración que pretende rescatar la fachada de una esquina olvidada sin perder la sensación de barrio.
Catalina abre el recorrido de la mano del chef Jorge Avendaño y un menú basado en lo mejor de la cocina europea traducido en deliciosos platillos rústicos. Un lugar que además ofrece desayunos confortantes y una interesante carta de tragos muy frescos y con mucha onda. Los que prefieren una buena taza de café o té pueden estar tranquilos ya que Catalina cuenta con una gran selección creada especialmente para ellos. El inicio del tour gastronómico es sin duda muy alentador.
Una fiesta mexicana en todos los sentidos es la mejor forma de describir a Secundino, segunda propuesta del corredor a cargo del chef Rodrigo Chávez. Con decoraciones sencillas basadas en el diseño del barro, este restaurante ofrece un menú nacional que utiliza diversas técnicas de preparación: parrilla, trompo y horno de leña.
Seguimos con Kumo, que nos lleva de México a Japón en un paso (literalmente). Se trata de un acercamiento primerizo para el chef Avendaño en la preparación del ramen, una versión nueva y original del tradicional platillo. La experimentación es esencial en este lugar forrado totalmente de madera, lo cual nos da la sensación de estar en un autentico local nipón.
Seguimos en lo que pinta para ser el nuevo paraíso de los amantes del vino, un pequeñísimo lugar ideal para una cena o cata privada. La Enoteca cuenta con 120 etiquetas internacionales que conforman un interesante recorrido orquestado por el sommelier Guillermo Gómez Camargo. La propuesta de este lugar se basa en sacar al público mexicano de su consumo tradicional y acercarlo a vinos de destinos poco comunes como Grecia o Bulgaria. Una efectiva selección de tapas frías es el acompañante perfecto para este honesto proyecto que pretende quitarle la arrogancia al mundo del vino. Es importante mencionar que la misma lista de botellas de la Enoteca está disponible para todo el corredor.
Finalmente llegamos a la última parada del recorrido con un viaje por el Pacífico reflejado en la gastronomía. Marieta celebra la importancia de los ingredientes y la técnica de una base tradicional con propuesta única. No se trata del típico local de mariscos estilo Sinaloa, hay un extra de calidad muy notorio desde la planeación del menú (que por cierto consta de dos etapas, una fría y una caliente dependiendo de la época del año).
Al finalizar este primer acercamiento al Corredor Tonalá hay algo que queda muy claro, cada local cuenta una pequeña o gran historia que busca evocar un momento especifico que refleje la esencia de un momento o lugar. Estamos frente a un espacio de interacción sin pretensiones ni poses que aplaude la diversidad gastronómica y el gusto por la comida y bebida. Se trata, sin duda, de uno de los futuros hotspots de la Roma que vale la pena conocer.
Corredor Tonalá, Tonalá 87 esq. Álvaro Obregón Col. Roma, #CorredorTonalá
Catalina, Twitter @catalina_c_t
Kumo Ramen, Twitter @Kumoramen