Conforme hay más conciencia del daño que se le hace al planeta, las grandes ciudades implementan soluciones para ser más ecoamigables. Vancouver no ha querido quedarse atrás, así que el alcalde se ha puesto la (ambiciosa) meta de convertirla en la ciudad más verde del mundo para 2020. Independientemente de lo que prometan sus gobernantes, y más allá de ganar un título, empresas y ciudadanos preocupados por el medio ambiente ya empezaron a trabajar para transformarse en una comunidad sustentable.
Las iniciativas incluyen el uso de coches y bicicletas compartidos, y huertos urbanos como Sole Foods –—el proyecto de granja urbana más grande de Norteamérica—. Entre los edificios de cristal de las principales calles de Vancouver, Sole Foods ha rescatado terrenos abandonados, convirtiéndolos en espacios para cosechar frutas y verduras de calidad artesanal.
El hotel Fairmont Waterfront (que se distingue de otros hoteles de lujo por sus prácticas ecoamigables) ha implementado algo similar en su terraza, donde cultiva ingredientes orgánicos para el restaurante Arc, bajo la filosofía “de la planta al plato”. También, con el problema del colapso de colonias de abejas, miles de ellas se han quedado sin espacio para anidar, por lo que Fairmont Waterfront instaló una especie de “hoteles” para abejas polinizadoras.
Estas prácticas no se detienen en la terraza del Waterfront, el hotel se ha certificado como cero desperdicios (desvía de los vertederos el 90% de los residuos) y apoya iniciativas que promueven prácticas ecológicas, como el evento eco fashion week, dedicado a repensar la moda, invitando a un consumo más responsable.
Y ya que hablamos de moda, varias boutiques de Vancouver se han abocado a promover una industria sustentable, ya sea en su manufactura, como Nicole Bridger, o en sus materiales, como los zapatos John Fluevog —que utilizan en la mayoría de sus modelos pieles teñidas con tintes vegetales y suelas biodegradables—. Otra boutique que se ha distinguido por su compromiso con generar menos desperdicio textil es Hey Jude, que lleva el concepto de ropa de segunda mano a otro nivel, presentando una colección cuidadosamente curada de piezas atemporales.
No podríamos dejar de mencionar productos de impecable diseño hechos con materiales reciclados. Chop Value trabaja con palillos (tan sólo en Vancouver se desechan 100 mil de éstos diariamente) para convertirlos en objetos de diseño moderno y minimalista.
Independientemente de que Vancouver logre convertirse en la ciudad más verde del mundo, es reconfortante saber que la industria privada está mostrando el camino hacia una ciudad más verde.
Greenest city goals
El gobierno de Vancouver lanzó estos diez objetivos para convertirse en la ciudad más verde del mundo para 2020, basados en tres principios: cero emisiones, cero desperdicios y ecosistemas más sanos.
1. Eliminar dependencia de combustibles fósiles
2. Liderar la industria mundial del diseño y la construcción ecológica
3. Hacer del ciclismo, la caminata y el transporte público los medios de movilidad urbana principales
4. Convertirse en una ciudad zero waste
5. Mejorar el acceso para la población a bosques y espacios naturales
6. El mejor sistema de agua potable mundial
7. Líder en sistemas y huertos urbanos
8. Ciudad con aire más puro del mundo
9. Ser la meca de la industria verde
10. Reducir la huella ecológica a “Un planeta”