La Ciudad de México es una de mis favoritas. Aunque sea mi hogar me siento siempre como turista, por la gran cantidad de cosas que pasan todo el tiempo. Éstas son mi recomendaciones infalibles.
La Condesa es mi área preferida, por eso vivo allí. Me gusta su personalidad y su carácter ecléctico. Calles arboladas que te permiten disfrutar de largas caminatas, además de grandes opciones para salir. Restaurantes como Belmondo ya tienen una sucursal en la zona, y me encanta ir a comer su sándwich de roast beef que está riquísimo (aunque cuando quiero algo más sano pido el bowl de quínoa).
También me gusta Lardo, de Elena Reygadas, una mujer que admiro y quien es considerada una de las mejores chefs de Latinoamérica. Mi favorito absoluto es la berenjena a la parmesana, aunque también me gusta su prosciutto y siempre pido los ejotes capeados, son deliciosos.
Y para cerrar con algo dulce hay que visitar un ícono del barrio, ¡la nevería Roxy! Donde desde hace más de 50 años ofrecen la misma calidad. Mi nieve favorita, después de haber probado bastantes, es la de guanábana.
Muy cerca, pero ya en la colonia Roma, hay que darse una vuelta por el Mercado el 100, que se pone cada domingo en la plaza Río de Janeiro.
Consigues productos orgánicos de pequeños productores locales, frescos y de gran calidad; pero ojo, hay que llegar temprano porque todo se acaba rápido. De ahí me traigo fruta fresca y verduras para la semana y leche de coco fresca.
También en la zona está La Teatrería, un espacio cultural donde presentan obras de teatro independientes de muy buena calidad en pequeños foros y donde, además, organizan un sinfín de actividades, inclusive para niños, como las de música y estimulación temprana donde llevo a mi hijo.
Por el rumbo del centro, además del Zócalo, la Plaza Mayor y la gran cantidad de museos e iglesias que hay que visitar, yo le tengo especial cariño a Bellas Artes. Sin duda, me siento privilegiada de haber dirigido en este recinto a la Orquesta Filarmónica de Londres, a la Orquesta Juvenil Federal de Alemania y la Orquesta Escuela Carlos Chávez.
Finalmente, del otro lado de la ciudad, siempre recomiendo darse una vuelta por Xochimilco. El paseo por los canales en trajineras es muy relajante y hay deliciosa comida típica. Una experiencia supermexicana.