Puerto Escondido se ha vuelto uno de los destinos que los viajeros que recorren México no pueden dejar de hacer. Y no es para menos, hablamos de un lugar donde las tradiciones que caracterizan la cultura mexicana se encuentran con la naturaleza, las olas perfectas y el clima del Pacífico. En pocas palabras, lo mejor de dos mundos.
Aunque las maravillas de la costa oaxaqueña se extienden por mucho más que una sola playa. Puerto Escondido bien puede ser la puerta de entrada a la región, por su aeropuerto y por la variedad de opciones de hospedaje que se adaptan a cualquier plan, pero hay mucho, mucho más por descubrir.
Si estás armando tu viaje y buscando qué hacer en Puerto Escondido, una de nuestras recomendaciones sería un recorrido por las bahías vecinas. Aquí te sugerimos algunas de las paradas imperdibles, todas a un trayecto de menos de dos horas en coche, con playas más tranquilas, pescado fresco y vistas que se superan una tras otra.
Mazunte
Por su cercanía, apenas a una hora y cuarto de carretera, en años recientes Mazunte se ha contagiado de algo de la popularidad de su vecino más famoso. Viajeros buscando qué hacer han llegado desde Puerto Escondido y han encontrado un destino más tranquilo, con menos gente y más de ese aura espiritual que muchos vienen buscando, donde incluso pueden ir a pasar el día gracias a la corta distancia.
Hace años, esta pequeña localidad fue famosa por su rastro tortuguero, ahora tienen un centro para su conservación. También hay varios mercadillos de artesanía, centros holísticos y hoteles boutique, pero su verdadero atractivo se encuentra en la costa.
El agua logra un azul profundo a pesar de que las olas son verdaderamente salvajes, perfectas para el surf. Hace falta hablar con los locales para encontrar los mejores spots para la tabla y los momentos del día para sumergirse a nadar. También encontrarás una variedad de restaurantes de mariscos frente al mar, de preparaciones sencillas pero seguras. Además de Punta Cometa, uno de los mejores lugares para ver un atardecer en Oaxaca y quizá todo México (y el mundo si nos permiten).
Zipolite
Muy probablemente hayas escuchado hablar de esta playa oaxaqueña y eso seguramente se deba a su abierta tolerancia al nudismo. Pero, lo cierto es que en Zipolite hay muchas más cosas qué hacer fuera de ese detalle, es uno de los destinos imperdibles para visitar cerca de Puerto Escondido, apenas a una hora y media en coche.
Lo primero, es el impacto natural que se puede ver en cualquiera de sus dos playas: la de los Muertos y la del Amor. La primera, más amplia y familiar, la segunda, escondida entre acantilados. Más allá de la playa, Zipolite es una comunidad amigable, con pequeños negocios locales, pesca fresca y una vibrante vida nocturna.
Puerto Ángel
La trilogía de playas que se forman en esta parte de la costa oaxaqueña se completan con Puerto Ángel. Justo la bahía que le sigue a Zipolite, es más discreta en popularidad que sus vecinas. Pero, aun así, hay varias palapas en la playa para comer y una mayor concentración de panguitas pesqueras que aseguran la frescura de los mariscos y, si alguien se anima, también ofrecen paseos mar adentro.
Cerca de ahí también se puede visitar la Laguna de Ventanilla, ideal para la observación de cocodrilos y pájaros nativos, o Chacalapa donde se forman piscinas naturales, más tranquilas que el agua del Pacífico oaxaqueño.
San Agustín
Nos alejamos un poco más de Puerto Escondido, a un trayecto de dos horas en carretera, pero la distancia tiene sus recompensas. Algunos afortunados podrían disfrutar de la amplia bahía casi exclusivamente para ellos, pues no es un destino tan popular como otros más cerca de Puerto o Huatulco.
A no confundir con la playa de San Agustinillo, a un costado de la ya mencionada Mazunte, esta playa está rodeada de arrecifes, lo que la hacen uno de los mejores destinos de la región para hacer snorkel o buceo. Además, una diferencia notable con el resto de los lugares en esta lista es que sus olas son un poco más tranquilas para nadar.