Puebla es una ciudad conocida por sus más de 280 iglesias, pero dentro de su territorio también se encuentran innumerables rincones naturales, como San Agustín Ahuehuetla, ubicado a 50 km de la capital, en el municipio de Huehuetlán el Grande,considerado por sus pobladores y visitantes como un paraíso de aguas naturales, por -entre otras cosas-.
Si bien siempre recibió visitas, fue a raíz de la pandemia en que se convirtió en uno de los destinos naturales favoritos del Estado, razón por la que en 2021 los pobladores de la región decidieron controlar el acceso y preservar el lugar.
Ruta para aventureros
Si vas en coche, déjalo en la localidad de San Agustín Ahuehuetla, desde donde puedes iniciar la caminata.
Desde allí caminarás entre 45 a 60 minutos -dependiendo de tu condición física y ritmo- por un sendero boscoso e irregular, rodeado de ahuehuetes de hasta 40 metros de altura y bajo un clima cambiante que varía de cálido a templado en cuestión de metros.
El sonido del agua corriendo entre las rocas sirve de guía; las pozas naturales que más bien son pequeñas piscinas te invitan a sumergirte, pero antes vale la pena llegar al punto más interesante del recorrido: la cascada El Aguacate, que recibe su nombre de una comunidad homónima localizada en la misma zona. Esta cascada es alimentada por el río Atoyac y se divide en dos caídas donde una de 10 metros de altura, alimenta a una segunda que es un par de metros más baja.
Así como el sonido, el color del agua también indica lo cerca o lejos que estás del objetivo. Si el agua de las pozas es cristalina significa que aún queda bastante sendero por recorrer. Conforme avanzas en la vereda, las pozas adquieren un tono verde esmeralda y el sonido de la corriente es cada vez más fuerte.
Disfrutando del paisaje, del agua, los ascensos y descensos del terreno, llegas a la parte inferior de El Aguacate. En este punto la mayoría de los visitantes descansan y ponen a prueba sus habilidades de nado y clavados.
Subiendo algunos escalones improvisados, hechos de piedra, llegas al origen de la cascada, una poza de unos 14 metros de profundidad que, a su vez, alimenta a la que has visto antes. Allí la corriente es más fuerte y aunque está permitido nadar, debes ser precavido porque las rocas son muy resbalosas.
A tomar en cuenta
- Las rocas al fondo y alrededor de las cascadas son resbalosas, utilizar shark shoes ayudará a evitar accidentes.
- En temporada de lluvia la corriente del agua aumenta y la profundidad de las caídas llega a los 25 metros.
- Hay personal de seguridad y guías durante todo el camino.
- Si quieres disfrutar de un espacio vacío y sin gente, la recomendación es visitarlo entre semana y llegar a primera hora del día.