El clima lluvioso es perfecto para una escapada a un refugio lejos de la ciudad y cerca de la naturaleza, y no, no hablamos de una aventura extrema en la que acabes enlodado en tu tienda de campaña. El glamping es la opción, ya que une lo mejor de los dos mundos: acampar en plena naturaleza, con esa sensación de intemperie, pero sin perder las comodidades que podrías encontrar en un hotel o cabaña.
Por suerte, dentro y cerca de la Ciudad de México hay tres glampings que ofrecen una opción para refugiarse durante un fin de semana lluvioso (y también, por supuesto, a pleno sol).
Conecta con el desarrollo sostenible
San Agustín Buenavista es un pueblo con un encanto especial ubicado en el Estado de México. El ambiente es sereno ya que su población apenas si supera las mil personas, quienes, en su mayoría, se dedican al cultivo y la ganadería.
Con cercanía perfecta con la CDMX -sólo 50 minutos en carretera Raíces México decidió operar un servicio de glamping que consiste en domos geodésicos construidos, diseñados e inspirados en la sabiduría de las culturas indígenas, un sistema que te permite conectar con el entorno y el cosmos. Los domos geodésicos miden 55 metros cuadrados, cuentan con jacuzzi interior, vista de 360º y cristales de control solar que permiten mantener la calidez en el interior; además, poseen terraza privada.
Aquí el desarrollo sostenible cobra vida en toda su extensión, ya que su misión es impulsar la economía local utilizando insumos cosechados y cultivados en la región, mientras los huéspedes gozan del ambiente y, si tienen interés, pueden acercarse a conocer las formas de producir tradicionales de la comunidad.
Un refugio citadino
Para personas que quieren escapar por un momento, pero sin salir de la ciudad, este domo ubicado en el corazón de la Condesa es todo lo que necesitan. Localizado en el rooftop de un séptimo piso y, construido con acabados de madera, aislante de ruido y temperatura, un baño exterior, una regadera con amplia vista hacia el cielo y una cocina equipada a un lado del domo, todo está especialmente pensado para acoger a sus huéspedes y hacerlos perder -por un rato- la sensación de estar en plena ciudad. No se permiten fiestas y el espacio está adaptado para dos personas. El proyecto es de Domo Virtual Hotels, quienes tienen por propósito que podamos disfrutar la ciudad desde otro ángulo y en un ambiente privado.
Cerca de un monolito
Peña de Bernal es uno de los destinos favoritos de los citadinos por su cercanía con la CDMX, su panorama natural y por ser una opción ideal para la práctica del senderismo de montaña.
Aquí es donde Cool Glamping decidió instalarse en un terreno de 13 hectáreas y crear un domo en medio del cerro para ofrecer a sus huéspedes la posibilidad de gozar de la belleza del entorno a un modo cómodo y austero a la vez (aunque el jacuzzi interior y la alberca privada tiendan más hacia lo primero).
La vista panorámica desde el interior del domo hacia la popular Peña de Bernal y la seguridad las 24 horas del día te permiten relajarte sin la más mínima preocupación. Construidos sobre una plataforma de madera y con una estructura de metal, estos domos utilizan energía solar y cuentan con una lona resistente a los cambios del clima. La capacidad de éste es de hasta de cuatro personas, así que puedes gozarlo con tu pareja, amigos y/o familia.
Debido a su ubicación, la señal de teléfono y el WiFi son prácticamente nulas, lo que lo convierte en un glamping ideal para la desconexión. También ofrecen la posibilidad de un tour en la cercanía del pueblo y actividades deportivas como gotcha o ciclismo dentro del territorio Cool.