Emprender un viaje para pescar cerca de la CDMX o la zona centro del país es más fácil y práctico de lo que parece, con estas alternativas diseñadas para hacerte vivir la experiencia de forma integral y divertida.
Presa del Llano, Villa del Carbón
Rodeado de agua y bosques, este Pueblo Mágico dentro de los linderos del Estado de México, ofrece el ambiente idílico para pescar truchas —el pez más habitual de este ecosistema— y vivir una escapada en plena naturaleza. A tan sólo 48 kilómetros de la CDMX, el espacio cuenta con diferentes opciones para practicar la pesca deportiva y lúdica y para dejarse llevar entre los manantiales plagados de vegetación y de las ansiadas presas acuáticas.
Puedes complementar la visita con senderismo, caminata, cabalgar un rato y descansar en alguna de las cabañas cercanas en renta.
Tequesquitengo
Al sur de Cuernavaca, se halla esta tierra prometida para el pescador citadino que no quiere complicarse la existencia y busca alternativas cercanas y accesibles; además de prometedoras para la pesca de ejemplares de huro y claro, la tradicional trucha cultivada. Una vez instalado en la zona, podrás alquilar una embarcación y pedir que te preparen al mojo de ajo el trofeo que hayas logrado pescar. Si aún no te consideras experto, el lugar cuenta con instructores de pesca que te llevarán a la zonas donde podrás tener más éxito y te enseñarán los primeros pasos si estás partiendo desde cero.
Además en Tequesquitengo, puedes practicar buceo, algunos deportes extremos como rafting y flyboarding o volar tranquilamente en un globo aerostático en lo que tomas fuerzas para regresar a desafiar a los peces.
Reserva ecológica El Arcoíris
En el Estado de Puebla (muy cerca de la zona metropolitana y a unas dos horas de distancia) se encuentra este lugar que alberga un lago inmenso de más 12,000 metros cuadrados rodeado de un bosque donde, pese a lo aislado que pueda parecer el asunto, hay cabañas y asadores para preparar por ti mismo ese delicioso ejemplar que atrapaste.
El centro Arco Iris Sport Fishing, ubicado en los alrededores, es una alternativa plagada de restaurantes e instructores que te harán un experto en la pesca de trucha café y te darán hasta un reconocimiento impreso si logras una hazaña digna de foto y diploma. El lugar cuenta con temazcales, tirolesa y todo lo que un viajero espera al dejar la ciudad.
Rancho El Pedregal
A las orillas del Nevado de Toluca, a una hora y media de la CDMX y a menos de 60 minutos desde Cuernavaca, se localiza este espacio ecoturístico diseñado para practicar la pesca deportiva en completa calma, tan lejos y tan cerca de la vida citadina, entre áreas verdes y de camping, cabañas y palapas donde podrás asar tu propia comida recién salida del agua.
El lugar ofrece la posibilidad de pescar trucha arcoíris, blanca y salmonada; si eres novato, no necesitas invertir en una caña profesional, mucho menos en accesorios (carnadas o anzuelos), ya que ahí mismo te proporcionarán todo el equipo.
Presa del Jagüey, Yautepec Morelos
Un rincón no tan concurrido y por lo mismo, con un aire de exclusividad que se agradece. A poco más de una hora y media de la CDMX, se encuentra esta pequeña y escondida presa rodeada de cultivos de campos de maíz y caña que impregnan el aire de un aroma de campo ensoñador.
Los visitantes han reportado que, en sus aguas cristalinas, se pueden pescar lobinas de gran tamaño ya sea con caña o con una red. A un lado del lugar, hay una gran palapa donde puedes estacionar tu auto mientras pasas un gran rato en la orilla pescando y tomando aire fresco. Recomendable para una visita de entrada por salida el mismo día.
