Llegué a la Rue du Jour como si hubiera sabido a donde iba. Bajé por la Rue Montmartre y crucé Etienne Marcel, encaminándome a Les Halles. A mi derecha encontré la pequeña calle. Y me sorprendí de no haber batallado nada para hallarla. Casi al final, del lado derecho, estaba La Droguerie. El local es estrecho y se extiende hacia el fondo. Las paredes están cargadas de lanas y de hilos, más allá, de botones. Me abro paso entre la multitud, que no entiendo cómo cabe en un espacio tan pequeño.
Cuando llego al fondo de la tienda encuentro a una mujer hilando con una rueca, mientras a su alrededor al menos 15 mujeres preguntan por materiales a un pobre encargado que intenta mantener la calma. Nunca vi un lugar como éste, es una verdadera explosión de colores y texturas. Nunca sentí tampoco tanta curiosidad por tejer. Tardo más o menos veinte minutos en encontrar a algún dependiente que pueda explicarme dónde localizo el libro que vine a buscar. “En la caja”, me dice una chica amable pero muy solicitada. Mientras hago la fila me imagino a mi amiga, quien me encargó venir hasta acá. Seguramente sufriría un paro cardiaco al toparse con semejante cantidad de hilos de colores. Un verdadero gozo. Salgo de la tienda y contemplo lo que queda de Les Halles. Del otro lado está la cabeza de San Eustaquio, esperando pacientemente que las obras concluyan. Ahí seguirá el santo sin cabeza, por los siglos de los siglos, y ahí seguirá sin duda La Droguerie, sorprendiendo a los curiosos que lleguen hasta ella.
9-11 rue du Jour, París
T. +33 (01) 4508 93
Además de hilos, lanas y botones, La Droguerie organiza eventos, y vende libros y cuadernos con patrones. ¿Una curiosidad? Tiene otra sucursal que se encuentra en Japón.
