La primera vez que Rafa Micha nos platicó de este proyecto, dos cosas nos llamaron especialmente la atención: el súper equipo de diseñadores detrás del proyecto y la historia de su chef executivo, Trevor La Presle.
No es la primera vez que Grupo Habita le pone atención a la cocina en sus hoteles, pero ahora escogieron, más que a un cocinero, a un aventurero. Originario de Los Ángeles, desde joven se dedicó a viajar, y fue a partir de estas experiencias que surgió su interés por la cocina: al descubrir la gran diversidad de sabores e ingredientes que existen en las distintas culturas.
Pasó tres años en el restaurante Del Posto, de Lidia Bastianich y Mario Batali, y de ahí saltó a Daniel, del chef Daniel Boulud, también en Nueva York. Fue en su cocina donde tuvo oportunidad de aprender a profundidad la técnica francesa.
Con la oportunidad de convertirse en chef executivo de Casa Fayette, consiguió la excusa perfecta para acercarse a la cultura y los sabores mexicanos. Rafa nos cuenta que estos días los ha pasado en el mercado, conociendo sobre nuestra cocina.
Así que, además de dormir y de vivir el barrio, aquí uno va a comer bien. ¿Qué más se puede esperar de Casa Fayette? Serán 40 habitaciones y tendrá un diseño con mucha inspiración retro y art déco, que rompe con lo que estamos acostumbrados a ver de Grupo Habita. Un cambio que nos gusta mucho, porque de alguna manera inaugura una nueva etapa.
Aunque ya aceptan reservaciones, la apertura oficial será en septiembre. Ya tienen, también ustedes, una excusa para escaparse a Guadalajara este otoño.
El renacimiento de Lafayette
Cinco colonias de Guadalajara —entre ellas la Americana, Francesa y Moderna— ahora se conocen simplemente como Lafayette, después de que el historiador Iván Cordero las englobara en su libro Manual de uso Lafayette (2012), un proyecto para recuperar la zona, que está llena de riqueza arquitectónica.
Construidas durante distintas épocas, pero unidas por la idea europea de que lo más importante son los espacios abiertos, los árboles y las calles anchas, desde hace unos años para acá se han transformado en un punto de reunión, donde puedes ver desde jóvenes artistas que se mueven en bicicleta, hasta antiguos propietarios, familias que pasean los fines de semana y oficinistas.
El auge se refleja, también, en los numerosos bares, restaurantes, cafés, galerías y proyectos artísticos que surgen día con día. Definitivamente la zona más trendy de la ciudad.