No debe existir nadie en el mundo que se resista a la idea de pasar unas noches en París hospedado en una antigua mansión. Llenas de historia y con una conservación espectacular (a destacar la de los interiores que conservan su toque clásico), estas casonas reconvertidas en hoteles boutique te trasladan a lo más glorioso de la ciudad luz.
A un lado de los Campos Elíseos
Esta mansión fue construida en 1854 por órdenes del duque Morny -medio hermano de Napoleón III- formando parte de las propiedades de la familia hasta 1888. En 2009 fue adquirida por Michel Reybier quien la renovó con ayuda de Jaques García un reconocido diseñador de interiores y arquitecto de jardines francés, conocido por renovar hoteles en París, conservando el estilo arquitectónico Haussmann de habitaciones amplias y techos altos -entre 12 y 20 metros- y tejados abuhardillados, muy característico de principios del siglo XX.
La Reserve Hotel and Spa Paris abrió sus puertas en 2015, obteniendo la Distinción Palace en 2016 gracias a su estilo.
La bienvenida a los huéspedes se da en el Salón Luis XV, lugar que conserva la ornamentación original, con las, molduras y cornisas restauradas.
Atravesando puertas de color rojo rubí, pasillos con páneles de cuero cordobés y relieves rococó en color dorado para llegar, por fin, a la habitación, aquí es donde los invitados disfrutan de terciopelos, capas de seda y sábanas Quagliotti. Los baños de mármol y calefacción por suelo radiante crean el ambiente relajado perfecto para descansar.
Le Gabriel es el restaurante de la mansión. El chef Jérôme Banctel, galardonado con dos estrellas Michelin, es el encargado de preparar la carta con tres menús para el almuerzo y dos menús para la cena.
El ambiente de la Biblioteca Duque Morny crea un espacio íntimo donde una taza de té, una copa de champán o un café son el acompañamiento ideal para una tarde de lectura o una reunión con amigos.
La Reserve Hotel and Spa París cuenta con 40 habitaciones de las cuales 26 son suites, y se sitúa sobre Gabriel 42 a un costado de los Campos Elíseos de París.
Un oasis de calma
El Hôtel Alfred Sommier está ubicado entre la iglesia Madeleine y el bulevar Haussmann, dentro del barrio Madeleine, un distrito de negocios. La familia Sommier, emprendedores en el refinamiento de azúcar, se situó en este lugar para celebrar la prosperidad empresarial de la que gozaban en su tiempo.
La mansión fue construida por Alfred Sommier y su padre en 1860, recurriendo al célebre arquitecto del Segundo Imperio, Joseph Lesoufaché, quién le dio el estilo haussmaniano de la época.
Richard de Warren de Rosanbo, descendiente de la familia Sommier, fue el encargado de devolverle la vida a la mansión con una restauración impecable. Su objetivo fue conservar el estilo familiar y las decoraciones originales de la casa para convertirla en un hotel de cinco estrellas en 2018.
El Hôtel Alfred Sommier destaca por ser un espacio donde se respira la calma. La luz natural de las amplias ventanas de las 80 habitaciones crea un efecto íntimo y diáfano. Entre las 17 suites, se encuentra la que honra la memoria de Alfred Sommier; ésta cuenta con techos altos, molduras y espejos originales, además de balcón privado y la chimenea original.
Les Caryatides es el restaurante de la mansión; el chef cambia el menú cada semana eligiendo los mejores ingredientes de la temporada. Éste se extiende al jardín y la terraza, cuando el clima lo permite los almuerzos en el exterior son una verdadera oda parisina. Para darle un toque todavía más familiar y entrañable, las sillas tienen respaldo de esterilla y la vajilla Gien con el monograma de Alfred Sommier.
Como en casa
En el siglo XIX esta mansión fue el hogar de Stendhal, uno de los más importantes representantes literarios del realismo. Situado en la rue Cambon (calle donde también se encuentra el departamento intacto de Coco Chanel) el hotel Maison Armance, nombrado así como referencia a la obra de Stendhal, es toda una joya.
Esta mansión destaca por su espíritu oculto, aunque si bien la entrada pasa desapercibida, cuando los huéspedes cruzan el umbral y suben las escaleras hasta el último piso, son recibidos por un gentil concierge.
El diseño interior de Maison Armance corre por parte del dúo de decoradores Double G, quienes crearon un estilo ecléctico inspirado en el Art déco, Art nouveau y el diseño escandinavo de los años 50 a los 70. El resultado, un ambiente que hace sentir a los huéspedes como si estuvieran en una casa parisina, “ese lugar al que quieran volver”.
Dos obras de la artista y arquitecta francesa Lauren Collin, quien se inspira en la naturaleza para crear sus obras, destacan en la recepción, mientras que para cada habitación el arquitecto Laurent Letourmy realizó 20 grabados originales.
Arquitectónicamente, cada una de las habitaciones es una muestra del estilo haussmaniano. Los pisos de parquet y las molduras resaltan el mobiliario del lugar, además la luz natural, crean un espacio cargado de calidez.