Hallazgo en Albuquerque: el “blue sky” de Heisenberg

Ofrecen un paquete de dulcesitos azules peligrosamente parecidos a la valiosa mercancía de la aclamada serie Breaking Bad.

08 Nov 2017
Hallazgo en Albuquerque: el “blue sky” de Heisenberg

Si bien es un destino afamado por su buena comida y por ser la capital mundial de vuelo en globo aerostático (cada año recibe el festival de globos más grande del mundo), Albuquerque apareció en el mapa turístico para muchos de nosotros apenas hace unos años y por una sola razón: la serie Breaking Bad.

Así que al pasar por la ciudad obviamente debía visitar la casa de los White, la de los padres de Jesse, el refugio de Tuco Salamanca que Heisenberg hizo estallar con una extraña reacción química, así como el autolavado en el que Skyler cuidadosamente “limpiaba” toneladas de billetes bastante sucios.

La ruta ya la explotan proveedores de tours: puede recorrerse en trenecito o en una casa rodante similar a la que usaron como primer laboratorio Jesse y Walt. Decidí rentar un auto para visitar todas las locaciones (en Albuquerque no hay metro y en taxi sería muy caro) y hacer el tour a mi manera.

Y sin buscarlo, manejando por el Old Town, llegó el hallazgo. En una antigua dulcería llamada The Candy Lady vendían dulces muy parecidos al blue meth que producía Heisenberg, lo que de por sí ya sonaba como un buen recuerdo. No contaba con que Debbie Ball, la dueña del lugar, estaba ahí para revelar una anécdota interesante.

“Aquí creamos el meth ficticio para las primeras dos temporadas.

Vince Gilligan (el creador de la serie) llegó conmigo para decirme lo que necesitaba, al principio lo hicimos cristalino pero luego en la historia se creó el blue meth, así que lo pintamos de azul. Gilligan es muy querido en Albuquerque porque siempre elegía proveedores locales para su producción”, cuenta Debbie, la dulcera más famosa de la ciudad.

“La ciudad entera cambió desde Breaking Bad, los turistas vienen a buscar cosas de la serie y muchos locatarios tenemos alguna historia relacionada, porque también nos sentimos muy conectados y los extrañamos. Cuando murió Heisenberg hicimos en el cementerio un funeral en su honor; fue muy triste”.

Tal vez a quien no conoce la historia estos dulces le sabrán a pura azúcar, pero quienes todavía recuerden a Heisenberg y a Jesse cuidarán la mercancía como si fuera el auténtico blue meth (que en cierto sentido, sí lo es).

The Candy Lady

En una dulcería del Old Town de Albuquerque venden la mejor versión de los cristales azules de Breaking Bad. También tienen el sombrero y los lentes de Heisenberg, y camisetas de recuerdo de Los Pollos Hermanos.

424 San Felipe NW, T. +1 (505) 243 6239, candylady.com

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