En el último año y medio, la pandemia sacudió el pulso de la Ciudad de México. Sin embargo, la nostalgia provocada por lo que cambió (o se perdió) con el tiempo se compensó con todo tipo de nuevas propuestas y, sobre todo, esos lugares de siempre que, irónicamente, apenas aprendimos a valorar.
En un destino en el que la oferta gastronómica integra opciones para todo tipo de gustos y presupuestos —mañana, tarde y noche—, preparamos una selección de tres clásicos (fuera de ruta) que siempre nos recuerdan lo especial que es esta ciudad. Lugares que, más allá de los barrios de moda, representan el lado más auténtico de la experiencia que es comer en la Ciudad de México:
Mañana / Fonda Margarita
Hay muy pocas razones por las que uno se despertaría (voluntariamente) a las cinco de la mañana, y los frijoles refritos con huevo de Fonda Margarita posiblemente encabezan la lista. En este lugar, ubicado frente al Parque Tlacoquemécatl, la desmañanada se compensa con uno de los mejores desayunos de la ciudad.
Apapacho en forma de cazuelas con guisos (bendito chicharrón en salsa verde) y café de olla para sentir que uno nunca salió de casa.
Adolfo Prieto 1364 B, Tlacoquemécatl del Valle, Benito Juárez
FB: Fonda Margarita
Tarde / El Pozole de Moctezuma
No hay nada que al llegar al triste callejón de Moctezuma, en los límites del Centro Histórico y la Guerrero, nos señale que aquí se cuece algo mágico. Pero sí. Desde 1947 sirven pozole estilo Guerrero (hay que pedir el verde, sin pensarlo), preparado de acuerdo con la receta familiar de doña Balbina.
Aquí el pozole se come con todo, hasta con anchoas o mezcal para los paladares más recios. Larga vida.
Moctezuma 12, Guerrero, Cuauhtémoc
elpozoledemoctezuma.com.mx
Noche / El Califa de León
Entre tanto movimiento de la avenida San Cosme, casi nadie encuentra el Califa de León a la primera, pero vale la pena el esfuerzo. En este local con más de 50 años de antigüedad, la costilla y el bistec son garantía, pero la especialidad es el taco de gaonera (el original, con manteca de cerdo).
Tortilla recién hecha, sal de grano, parrilla siempre hirviendo y Luis Donaldo Colosio (quien fue cliente frecuente de aquí) como testigo en la pared.
Av. Ribera de San Cosme 54, San Rafael, Cuauhtémoc
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