En Tokio, lo de “interminable” puede aplicarse a casi todo. Pero, en este caso, los socios de Club Travesías lo vivirán en materia de diseño, arte, arquitectura y un poco de lo demás…, saltándose todo aquello que se interponga al imperativo de aprovechar el tiempo al máximo —y con estilo tokiota.
Por ejemplo, pasaremos por los grandes aparadores, porque sabemos que, además de prendas de marca, resguardan tremendas exposiciones de arte y otros secretos que sólo se perciben cuando el deslumbramiento deja paso a la fascinación. Muy cerca de ahí están el Palacio Imperial —de imponentes muros y rodeado de un foso profundo— y el elegantísimo barrio de Marunouchi, donde la estación Tokio nos recuerda la era Meiji (1868-1912), periodo en el que Japón al n miró hacia Occidente, e incluso consideró parecérsele.
Asakusa es uno de los barrios antiguos de la ciudad; en realidad es un viejo pueblo de pescadores al borde del río Sumida, sede del icónico templo de Senso-ji y de los talleres de artesanos que aún vale la pena descubrir entre las hordas de turistas: a ésos llegaremos, pero también nos alejaremos un poco del camino para atravesar el río y caminar entre pequeñas calles que llevan a las galerías más importantes de la ciudad. Ese día iremos también a la ultraurbana zona de Kanda y recorreremos la impresionante concentración de librerías de Jimbocho.
En Omotesando, los aparadores de las grandes marcas serán apenas una especie de llamado para descubrir algunas de las más osadas obras arquitectónicas del Tokio contemporáneo, que colindan con el animado parque que resguarda el santuario de los emperadores Meiji y también con las encantadoras callecitas de Harajuku, donde acechan esas chicas con trajes extraídos de los más rosas y femeninos animes japoneses. Cerca de esta zona está el hiper lmado e hiperconcurrido cruce múltiple de Shibuya, un área que, por lo demás, esconde algunas de las mejores tiendas de música de la ciudad.
Roppongi es otra de las paradas obligadas para los amantes del arte: ahí están el Mori Art Museum, el Suntory Museum of Art y The National Art Center. Y a poca distancia de estos museos se encuentran los exclusivos restaurantes de Akasaka. Además, esa noche, a los socios de Club Travesías quizá les aguarde un discreto, casi privado, concierto, en uno de esos bares que sólo reciben a quien sabe abrir sus puertas.
El precio incluye:
– Cuatro noches en hotel cinco estrellas -Desayunos
– Transporte dentro de Tokio- Entradas a museos, galerías y visitas
– Guías expertos
– Cena de bienvenida
– Asesoría para extensión del viaje
– Propinas
No incluye:
– Boletos de avión
– Traslados aeropuerto-hotel-aeropuerto
– Comidas
*El viaje se realizará si se cuenta con un mínimo de 10 personas.
*Última fecha para reservar: 7 de septiembre de 2018. Ese día se confirmará la realización del viaje.
Para mayor información escribe a: contacto@clubtravesias.com