Llegué a Costa Rica como invitada de la Orquesta Sinfónica Nacional para dirigir dos conciertos en el hermoso e histórico Teatro Nacional en San José al lado de la pianista venezolana Ana Karina Álamo. Este compromiso no me impidió disfrutar de la capital y sus alrededores en algunos momentos de descanso.
Primero nos embarcamos en una travesía para llegar a playa Tortuga, uno de los lugares más bonitos en la costa del Pacífico. Después de una hora y media de carretera, llegamos a la marina Los Sueños para tomar el bote que nos llevaría a nuestro destino final. El agua clara de playa Tortuga es ideal para flotar y descansar un rato, un paseo que no se pueden perder.
De vuelta en San José fui a comer a Tin Jo, un restaurante asiático muy rico fundado por inmigrantes chinos en la década de los setenta. Un lugar muy recomendado por los locales. Me incliné por las opciones tradicionales como las samosas y los rollitos de verano de salmón.
Costa Rica es un país que ha acogido gente de todo el mundo, así que no fue sorpresa continuar mi recorrido gastronómico en La esquina de Buenos Aires, hogar de estupendos cortes argentinos, y La Lluna de Valencia, un conocido y peculiar restaurante español. Aunque está retirado del centro de la ciudad, los calamares fritos, las patatas bravas y la paella valenciana hacen que el trayecto valga la pena.
No podía faltar la comida tradicional costarricense –con muchas similitudes con la mexicana–, como los tamales en hojas de plátano y el casado, un guiso que se compone de frijoles, arroz con pimientos rojos, cebollas, plátanos fritos, y a escoger entre pollo y pescado, o carne de cerdo o ternera asados. Para probar los mejores platillos típicos recomiendo ir al centro y disfrutar de algunos restaurantes locales, como la Casona Típica, la Casona del Maíz y Nuestra Tierra.
Cerca de mi hotel estaba el parque La Sabana, un respiro natural en medio de la ciudad que está al lado del Estadio Nacional y el Museo de Arte Costarricense. Aquí encuentras un gran lago con bancas para el descanso y lanchitas recreativas para el paseo dominguero, así como una amplia variedad de fauna, sobre todo pájaros. También hay una gran cantidad de instalaciones deportivas, incluyendo una alberca olímpica y circuitos para corredores y ciclistas. Se puede decir que este parque es medular para la tranquila vida citadina de San José. Espero tener la oportunidad de volver pronto a este pacífico destino.
Alondra de la Parra
Ha dirigido más de 70 orquestas en Francia, Alemania, Estados Unidos, Japón, Brasil, Suecia y Rusia (entre ellas la Orquesta de París, la Filarmónica de Londres, la Sinfónica del Radio de Berlín y la Cameristi della Scala de Milán). Actualmente es Embajadora Cultural Oficial de México. Sigue sus viajes en Twitter e Instagram: @alondradlp
