El pequeño pueblo de Chicxulub Puerto en Yucatán es (a simple vista) una localidad pintoresca como cualquier otra en la región. Un lugar colorido a la orilla del mar, con una típica plaza central, y unos cenotes cristalinos en los que se pueden ver a miles peces de colores. Pocos podrían imaginarse que justo allí aterrizó el asteroide más mortífero de los últimos 100 millones de años; el mismo que acabó con los dinosaurios.
El cráter fue un hallazgo accidental a mediados de 1980. Fue descubierto por un grupo de arqueólogos estadounidenses que estudiaban a la civilización Maya a través de imágenes satelitales. Desde entonces científicos de América, Europa y Asia trabajan para descubrir los secretos que guarda esta depresión.
Estos estudios revelan que el impacto de este meteoro de 12 km de ancho fue de tal magnitud que el asteroide pasó de sólido a líquido en un instante y generó varios cambios en el suelo. Gracias a esto se crearon una serie de cenotes interconectados por toda la Península de Yucatán; así como una montaña del doble de altura que el Everest.
Extinción de dinosaurios
La teoría de la extinción de los dinosaurios a causa de un meteorito fue propuesta a mediados de los años ochenta por Luis y Walter Alvarez. En un principio había muchos escépticos respecto a la hipótesis, y no fue hasta la aparición del cráter que hubo las pruebas suficientes para que la comunidad científica la tomara como algo factible.
El tamaño del cráter sugiere un impacto tan grande que sumergió a la Tierra en una profunda oscuridad durante más de un año. Esta situación hizo que las temperatura alcanzarán niveles bajo cero, lo que provocó que se perdiera alrededor del 75% de la vida del planeta entero.
Similitudes con marte
Esta marca en la península de Yucatán coincide con los cráteres que forman parte de la superficie de Marte, lo que arroja varios datos sobre la evolución geológica de nuestro planeta vecino. El hecho de que estas huellas existan y sean similares a las de la tierra, sugieren que hubo una época en la que su atmósfera tuvo un grosor parecido al nuestro.
***
También te recomendamos
Ocho metros debajo de Chichén Itzá hay un cenote
Un nuevo tipo de dinosaurio apareció en México
Ojos de agua: un recorrido por los paraísos líquidos que hay en México
La secreta playa rosa de Yucatán
