Buenos Aires es una ciudad de taxistas que a medianoche que recogen en esquinas porteñas a espigadas modelos de piernas finísimas que van a los night clubs y bares de moda de Palermo.Una ciudad de palacios viejos y arterias que parecen salidas del siglo XIX. Una ciudad retacada de diminutas tiendas en las que se pueden encontrar desde zapateros habilidosos hasta máquinas del tiempos.
En honor a todo lo que es Buenos Aires, aquí una lista tienditas que solo los locales conocen y entienden.
Calzados Correa
Es el único taller de zapatos a medida hechos totalmente a mano que existe en Argentina, y uno de los últimos en el mundo. Fundada en 1955, esta zapatería familiar fabrica calzados para príncipes, sultanes, condes, presidentes y caballeros de todo el mundo. Francis Ford Coppola o el Príncipe Felipe de Borbón son algunos clientes célebres que compran zapatos de entre 200 y 2000 dólares. Los viernes a las 19 la tienda cierra al público pero su dueño, el artesano Félix Correa, recibe con champaña y picadas a clientes y curiosos que quieren pasar un buen rato entre zapatos.
Mercurio Disquería
Ubicada en el local 32 del Patio del Liceo, es la única disquería del país que vende “sólo artistas locales e independientes”, de esos que no suenan en la radio ni están en disquerías comerciales. Sus dueños son cinco agitadores de la escena local que manejan un catálogo enorme de música nueva. Para amantes del underground.
Vibes Hotel
Es el hotel boutique más nuevo, con más onda y más barato de Buenos Aires (40 dólares la habitación doble). Abrió en enero, en lo que fue un antiguo convento de monjas en el barrio Las Cañitas. Mucho pop art, retro, y vinyl. El bar del lobby recibe gente noche y día, sean huéspedes o no.
Barbería La Época
Este pequeño salón del barrio porteño de Caballito es, según The New York Times, “una de las diez mejores barberías del planeta”. Aquí, dos barberos afeitan al modo tradicional con paños calientes y agua jabonosa en un espacio inspirado en los salones del siglo pasado. También funciona como bar y tiene un pequeño museo.
Club del Café San Bernardo
En este café tradicional de Villa Crespo los martes hay una fiesta que convoca a unas 400 personas que esperan para jugar al ping pong mientras toman cerveza con maníes y escuchan los mash up de un exótico dj coreano. El ambiente: roqueros, hipsters, modelos, nightclubers, cineastas, diseñadores. Mezcla extraña en un local con cien años de historia.