La historia de la Ciudad Prohibida en China

De Palacio Imperial a Museo histórico, así se construyó el palazuelo más grande del mundo hace 620 años.

15 Aug 2022
La historia de la Ciudad Prohibida en China

Foto: Wikipedia Ciudad Prohibida de Beijing

Feng Yuxiang, señor de la guerra, días después de abolir los títulos imperiales y expulsar del Palacio a Puyi, el último emperador que tuvo China, abrió las puertas de la Ciudad Prohibida a principios de noviembre de 1924.

Puyi dejó tesoros y pertenencias en él, los cuales pasaron a ser propiedad del gobierno republicano. Con las puertas abiertas, el Consejo de Estado se encargó de hacer una auditoría y un inventario de todas las piezas y tesoros que dejó la dinastía Qing dentro del palacio. El resultado fueron 28 colecciones con más de un millón de objetos.

El nuevo gobierno republicano cambió las leyes y ordenó que la Ciudad Prohibida se convirtiera en un espacio abierto al público, justo en el Día Nacional de la República de China, el 10 de octubre de 1925, una celebración con bombos y platillos abrió las puertas del palacio a todo el público.

¿Quién podía entrar al palacio?

La Ciudad Prohibida es llamada así porque durante el mandato de las dinastías, de 1368 a 1911, las únicas personas que podían entrar a la propiedad eran los familiares directos del emperador, los guardias y los eunucos hombres castrados que eran los sirvientes-.

Los demás ciudadanos tenían absolutamente prohibido entrar al palacio y si alguno lo intentaba y era descubierto, era ejecutado.

El Palaciego más grande del mundo

La construcción del castillo comenzó en 1402 durante el mandato del tercer emperador de la dinastía Ming, Zhu Di. Ésta terminó en 1420 y desde entonces la Ciudad Prohibida fungió como el hogar y el lugar de trabajo de los siguientes 24 emperadores chinos.

Importante mencionar que la dinastía Ming, además de construir la Ciudad Prohibida, se caracterizó por sus grandes obras arquitectónicas. Esta dinastía fue la misma que edificó la Gran Muralla China para proteger a la ciudad de los invasores, el Pabellón Stele en las Tumbas Ming y el Templo Lama, lugar destinado a los sirvientes reales.

Zhu Di decidió que el castillo imperial se construyera en el corazón del país: Beijing. Siguiendo las normas del arte del Feng Shui se construyó la Ciudad Prohibida y todas las entradas del imperio fueron orientadas hacia el sur.

Fotos:Trip Advisor

Un área de 72 hectáreas, conformada por 980 edificios, protegida por una muralla púrpura de 10 metros de alto y una fosa de 52 metros de ancho y 6 metros de profundidad, por supuesto, es considerada como el complejo palaciego más grande del mundo y el mejor conservado del país.

La entrada principal es por la Puerta de la Paz Celestial o la Puerta de Tiananmen es el acceso, por el lado sur. Es también el lugar previo a la entrada de la Ciudad Prohibida. Aquí los emperadores, desde una tribuna, realizaban sus discursos.

La Ciudad Prohibida está dividida en dos: la Corte Exterior, donde se levantan tres salones sobre una fundación de mármol blanco de ocho metros de alto, y la Corte Interior, espacio donde vivían los emperadores con sus concubinas y donde arreglaban los asuntos cotidianos.

Fotos: Getty Images

Los salones de la Corte Exterior se destinaban a distintas celebraciones. El Salón de la Armonía Suprema (Taihe Dian) es el más grande de todos, 30 metros de alto, casi 14 metros de ancho de este a oeste y más de 37 metros de largo de sur a norte, y con 84 columnas de un metro de diámetro, era destinado para grandes celebraciones como el Año Nuevo Chino. El Salón de la Armonía Central (Zhonghe Dian) y el Salón de la Armonía Conservada (Baohe Dian), por su parte, se utilizaban para festejos religiosos y banquetes.

La gran escalinata de mármol está detrás de la Corte Exterior, mide 16 metros de longitud y está decorada con nueve esculturas de dragones talladas en cerámica que simbolizan la autoridad imperial.

Fotos:Trip Advisor

En la Corte Interior, el Jardín Imperial se roba las miradas; con 12 mil metros cuadrados, el Salón de la Paz y un pino de 400 años de antigüedad que representan la armonía que existía en la relación del emperador con la emperatriz.

Otros salones por visitar

El Salón del Cultivo Mental era la oficina del emperador, aquí se firmaban acuerdos y se tomaban las decisiones más importantes del país; éste cuenta con una habitación con cama para que el emperador pudiera descansar si así lo deseaba. Se dice que aquí fallecieron tres emperadores.

Por su lado, en el Salón de Tranquilidad el emperador y la emperatriz pasaban su noche de bodas, pero también era utilizado como un espacio para orar; las velas y el incienso evocan el ambiente religioso.

En el Salón de la Longevidad se encuentran las joyas que utilizaba la familia imperial, piezas de oro, plata y jade de 600 años de antigüedad.

Un día en el castillo

El emperador elegía su residencia dependiendo de su antojo y no había una específica, un día descansaba en el Salón de Tranquilidad y al otro en el Salón de la Pureza Celestial. Mientras tanto, la emperatriz y las concubinas pasaban sus días en el Jardín Imperial, paseaban por sus lagos, y habitaban el Salón de la Tranquilidad Terrestre.

La familia imperial tenía eunucos a su disposición todo el tiempo.

Fotos: Getty Images

La revolución que lo cambió todo

En 1911 una revolución derrocó al régimen de la última dinastía China, la Qing. Nanjing, el gobierno provisional de ese momento, firmó un acuerdo con la familia real: después de que Puyi -el último emperador- abdicara el trono, él y sus cercanos podían seguir viviendo en el castillo bajo un subsidio de cuatro millones de dólares anuales; pero para 1924 el golpe de estado liderado por Feng hizo que Puyi abandonara el castillo y huyera a la ciudad vecina Tianjin.

Un año después de que Puyi huyera, la Ciudad Prohibida comenzó a funcionar como un museo cultural e histórico abierto al público.

Por ser una de las construcciones de madera mejor conservadas y más antiguas del mundo, la UNESCO declaró a la Ciudad Prohibida como Patrimonio de la Humanidad en 1987.

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