Diez islas imperdibles del Caribe

El Caribe es mucho más que arena blanca, palmeras y un mar turquesa. 

09 Nov 2017
Diez islas imperdibles del Caribe

En el Caribe se puede gozar también de bosques tropicales, cascadas con impresionantes caídas de agua, manglares con cientos de especies animales, antiguos puertos piratas, bucear con tortugas marinas, comer frutos exóticos y alojarte en hoteles exclusivos en islas privadas.

Las Antillas Menores son un grupo de pequeñas islas de origen volcánico que forman un arco en el Mar Caribe, están ubicadas al este de Puerto Rico y llegan hasta la costa occidental de Venezuela. Son veinticuatro, algunas son independientes y otras, territorios de ultramar de Francia, Inglaterra y Holanda. Hay para todos los gustos y bolsillos, todas comparten una misma cultura caribeña, mezcla de costumbres africanas, indias y europeas y la gente es tan relajada como su música reggae.

  • ANTIGUA Y BARBUDA

Son un país. Aparte del idioma inglés, conservan tradiciones británicas como el cricket, el deporte nacional. Su capital es St. John´s.

Qué vas a ver: En Antigua, el viejo astillero English Harbor tiene edificios victorianos, remodelados y ahora convertidos en restaurantes y boutiques. Si vas durante los meses de abril y mayo podrás ver, además, dos regatas importantes: la de yates clásicos y la semana de la vela, cuando navegantes de todo el mundo compiten por los premios. Tiene 365 playas, una para cada día del año: tranquilas y solitarias como Johnson´s Point; salvajes como Rendezvous Bay; y hasta de nudistas como Hawksbill. En Barbuda se encuentra la reserva de pájaros fragata más grande del Caribe, hay que ir con un guía local y navegar por la laguna interior hasta los manglares donde anidan estos pájaros de alas enormes. Tiene kilómetros de playas solitarias de arena blanca bañadas por un mar turquesa.

Dónde dormir: The Inn Antigua, un hotel boutique que se encuentra en la playa de English Harbor (theinnantigua.com) o en el “all inclusive de lujo” Cocopoint Lodge (cocopoint.com), abierto de noviembre a mayo, en una playa privada de Barbuda. Al sur de la isla, Carlisle Bay (campbellgrayhotels.com/carlisle-bay) tiene una playa privada y servicio de lujo.

Qué comer y beber: carne o pollo a la parilla, acompañado de un ponche de ron, en el mejor lugar de Antigua para ver la puesta de sol: la colina Shirley Heights, donde hay una antigua fortificación militar del siglo xviii ahora convertida en un divertido bar. Los jueves y domingos toca una banda caribeña en el jardín, y se puede bailar reggae hasta desfallecer. El mejor pescado frito lo encuentras en el popular Wanda Grill de Barbuda.

Cómo llegar: en avión, desde Miami, Nueva York, Puerto Rico, Londres, y vuelos que llegan de islas cercanas. Para Barbuda hay vuelos domésticos desde Antigua, además de los tours en helicóptero. Por mar, con el Barbuda Express Ferry o The Excellence, un catamarán (antiguaferries.com).

  • BARBADOS

Es la isla que se encuentra más al este del Caribe, aquí llegan veleros de Europa cada año después de cruzar durante semanas el Atlántico. Fue británica y ahora es un país independiente. Su capital es Bridgestown.

Qué vas a ver: barcos hundidos, corales y muchos peces de colores que viven en el fondo de la Bahía Carlisle, ideal para hacer esnorquel. Acantilados impresionantes en el lado Atlántico. El “scenic tour”, buses locales que hacen recorridos por la isla, es una manera divertida de convivir con los locales. Hay muchas tiendas libres de impuestos, para los turistas de los cruceros que llegan a Bridgestown.

Dónde dormir: en Little Arches (littlearches.com), hotel boutique con vista al mar. Su restaurante Café Luna es recomendado por los más exigentes foodies.

Seau Barbados es un b&b en lo alto de una colina, ideal para relajarte en las hamacas mientras escuchas las olas del mar. seaubarbados.com

Qué comer y beber: el “flying fish” o pez volador es el plato nacional de la isla, sazonado con hierbas, un toque picante y frito, se sirve dentro de un pan. Lo puedes comer en los restaurantes de la bahía de Oistins.

Cómo llegar: en avión, desde Miami, Nueva York, Dallas, Montreal, Londres, Frankfurt, y de islas cercanas del Caribe. Por mar, en cruceros que recorren algunas islas del Caribe y hacen escala en Bridgestown.

  • DOMINICA

Dicen que si Cristóbal Colón regresara en este siglo, ésta sería la única isla que reconocería, porque está poco explotada y la naturaleza permanece casi intacta: no han construido grandes hoteles ni desarrollos turísticos. Su capital es Roseau.

Qué vas a ver: el Indian River, río que desemboca en el mar, al que los guías te llevan en lanchas de remo. Dentro de los manglares viven iguanas, cangrejos gigantes, loros y otras especies. No perderse las cascadas, bosques tropicales, piscinas naturales y playas de arena negra que miran al Océano.

Dónde dormir: en la casa colonial Pointe Baptist Guest House (pointebaptiste.com) de la villa de Calibishie. Se encuentra dentro de plantaciones de frutas y allí puedes degustar su chocolate orgánico.

Qué comer y beber: langosta a la parilla y ponche de ron en el restaurante Blue Bay de la bahía de Porthmouth. Un tradicional Plato criollo que consiste en pescado frito marinado con especies, pollo, arroz, frijoles, verduras y pan de maíz. Lo puedes comer en cualquier restaurante del pueblo de pescadores Calibishie. No olvides pedir una cerveza de jengibre muy fría.

Cómo llegar: en avión, desde Puerto Rico, Miami con escala en San Martín, Nueva York con escala en Barbados. Por mar, en crucero o en el ferry “L´Express des iles” desde Guadalupe, Martinica y Santa Lucia.

  • ISLAS DE LOS SANTOS (LES SAINTES)

Este grupo de islas francesas se encuentra entre Dominica y Guadalupe. Nunca tuvo esclavos porque el tipo de tierra que posee no permite cultivar la caña, así que la mayoría de sus primeros pobladores fueron pescadores que venían de la Bretaña, al norte de Francia.

Qué vas a ver: el Fuerte Napoleón, en lo alto de una colina, ahora convertido en museo de historia de las islas. Desde sus jardines hay una vista espectacular de toda la bahía y las islas cercanas. La playa más bonita es Baie de Pompiere, llena de palmeras, con bancas y mesas por si quieres hacer un picnic. Pain de Sucre, o pan de azúcar, es una roca enorme que sobresale del agua transparente, donde puedes hacer esnorquel. En la isla de Terre-de-Haute encontrarás boutiques de ropa, souvenirs y restaurantes de comida francesa.

Dónde dormir: en el Petits Saints (petitssaints.com), encantador hotel con vistas a la bahía y decorado con antigüedades y piezas de arte.

Qué comer y beber: pez espada mientras disfrutas de los veleros anclados, en el resturante Sole Mio en Terre-de-Haute. Las baguettes de las “roulettes” en la Baie Pompiere.

Cómo llegar: sólo por mar y desde Guadalupe en los ferries Express des isles y Princesse Caroline, por eso es ideal para ir por el día. Si rentas un velero puedes anclar por diez euros en la bahía de Terre-de-Haute, donde viven familias de delfines, si tienes suerte los verás saltando cerca del barco.

  • GUADALUPE

Es una de las islas más desarrolladas del Caribe. Pertenece a Francia, se habla francés y creol y la moneda es el Euro. Su capital es Pointe a Pitre.

Qué vas a ver: la Reserva Jacques Costeau de la isla Pigeon, que posee uno de los fondos marinos más espectaculares del Caribe para bucear y hacer esnorquel: está rodeada de corales y arrecifes donde viven cientos de especies marinas. Las enormes caídas de agua de las cascadas de Carbet del parque nacional y, para los que les guste hacer trekking, el volcán Soufriere con sus 1 467 metros de altura.

Dónde dormir: en La Créole Beach Hotel & Spa (creolebeach.com), al borde de una playa de arena blanca, entre palmeras y bugambilias, o en Habitation Grande Anse, bungalows tranquilos y económicos de la playa de Deshaies.

Qué comer y beber: comida fusión caribeña-francesa. En Deshaies y Bouillante encontrarás los mejores restaurantes de la isla, prueba Le Rocher de Malandure con vistas a la isla Pigeon. Si prefieres un buen vino, con variedad de quesos cremosos y baguette crujiente, en toda la isla hay boulangeries y supermercados de cadenas francesas.

Cómo llegar: en avión, desde Puerto Rico, Miami con escala en Haití, Canadá y París, además de los vuelos entre islas. Por mar, con algunos cruceros que hacen escala en Pointe a Pitre, o en velero privado o charter (charterworld.com y windward-islands.net).

  • SAN VICENTE Y LAS GRANADINAS

Este archipiélago se encuentra al norte de Venezuela. Ex colonia inglesa, ahora un país independiente. Muchas de sus islas están deshabitadas y son destinos turísticos. Tienen playas de arena blanca y aguas cristalinas, ideales para bucear, hacer esnorquel y navegar. Las islas más visitadas son Bequia, Mustique, Union, Petit Vincent y Tobago Cays. Su capital es Kingstown.

Qué vas a ver en Bequia: barcos tradicionales de vela que navegan en la bahía Admiralty, souvenirs de madera hechos por artesanos locales, mercado de frutas y verduras con puestos atendidos por rastafaris.

En Mustique: isla privada que perteneció a un Lord inglés, la mayoría de los propietarios son ingleses; no te sorprenderá si ves al príncipe Carlos de Inglaterra, a su hijo William o al cantante Mick Jagger. Sólo puedes llegar por mar o en vuelos charter desde alguna de las islas cercanas. Tortugas que caminan libremente por la isla, y playas solitarias de arena blanca y palmeras.

En Union: hay un arrecife coralino en la entrada de la isla. Tiene un pintoresco mercado de frutas y verduras en la plaza principal y una pequeña isla llamada “Happy Island”, construida con las conchas que los pescadores dejan en la playa, que tiene un bar y se puede llegar nadando o en lancha de motor.

En Petit St. Vincent: hay playas de arena blanca con muchas palmeras. La isla pertenece a un exclusivo hotel boutique, el primero del Caribe. Veintidós habitaciones que pueden rentarse por unos 1 000-1 500 dólares la noche cada una (petitstvincent.com).

En Tobago Cays: hay arrecifes coralinos, parques marinos con aguas cristalinas, tortugas y peces de colores. Lo mejor es visitarlo en un barco de vela y anclar frente a sus playas, ideal para bucear y hacer esnorquel. Hay buen viento cerca a las rompientes de coral para poder practicar kite surf.

Dónde dormir: en Gingerbread Hotel (gingerbreadhotelcom), una típica casa caribeña de estilo victoriano ornamentado, frente a la bahía de Admiralty en Bequia. O en Petit St. Vincent Resort.

Qué comer y beber: en Bequia puedes comprar langosta a los pescadores a buen precio y tomarte un helado de nuez moscada en la heladería del Gingerbread Hotel. En Mustique prueba el ponche de ron del Basil Beach Bar, donde encontrarás el mejor ambiente de la isla, frente a la bahía Britannia. Si vas en enero, escucharás a las mejores bandas que vienen para el Festival de Blues de Mustique. Disfruta de un barbecue y langosta a la parilla en la isla de Petit Bateau en Tobago Cays.

Cómo llegar: en avión, desde Nueva York, Miami, Atlanta o Puerto Rico a Kingstown. También hay conexiones desde Puerto Rico, Barbados, Santa Lucia y Martinica que llegan a Bequia, Mustique y Canouan. Por mar, en el ferry que te lleva a las islas, Bequia Express, Union Island Ferry, o alquilar un velero charter para recorrer las islas libremente. (caribbeancruisingvacation.com).

  • MARTINICA

La isla francesa de ultramar, que los locales llaman “Madinina” (pues significa isla de las flores), es muy fértil, hay plantaciones de caña, plátanos y diversos frutos por toda la isla. Su capital es Fort de France.

Qué vas a ver: Monte Pelée, volcán que hizo erupción en 1902 cubriendo de cenizas la antigua capital de la isla St. Pierre. Hoy está en ruinas, puedes sentarte en alguno de los restaurantes que están en la orilla del mar y disfrutar de la vista. Anse des Salines es una de las playas más lindas de la isla con palmeras, arena blanca y agua cristalina. St. Anne es el pintoresco pueblo de Pescadores donde puedes comprar especies en el mercado local. Fort de France, puerto de transatlánticos y capital de la isla, ofrece comercios y casas de estilo caribeño con toque “parisino”.

Dónde dormir: en casas rurales completamente amuebladas y equipadas en campos cultivados con vistas al mar, una manera diferente de convivir con los lugareños (tonton-leon.com).

Qué comer y beber: pollo frito, buñuelos de camarón, bacalao, y hasta pizzas, en los “Lolo´s”, que son camionetas o “roulottes” convertidas en restaurantes ambulantes. Para beber, hay que porbar el “Ti Punch” o ponchecito, un cóctel a base de ron agrícola, azúcar de caña y lima.

Cómo llegar: en avión, desde Miami, Puerto Rico, París, además de los vuelos de islas cercanas. Por mar, con algunos cruceros que llegan a Fort de France.

  • SAN MARTÍN (SAINT MARTIN / SINT MAARTEN)

Isla con dos personalidades, la parte norte es holandesa y la sur es francesa. Además de sus playas y su ambiente, es libre de impuestos por lo que es muy atractiva para las compras. Sus principales ciudades son Philisburg del lado holandés y Marigot del francés.

Qué vas a ver: Orient Bay, que se encuentra en el lado atlántico de la isla, es la playa ideal para el kite surfing o los deportes de agua. En las tiendas libres de impuestos de Philipsburg puedes comprar todo tipo de cámaras de foto, video, productos electrónicos, bolsos de marca, joyas, zapatos y ropa. Maho Beach es la famosa playa donde casi puedes tocar los aviones que aterrizan. En Marigot Bay hay un mercadillo los sábados donde venden productos locales, como rones de diferentes sabores, mermeladas de frutos exóticos, especies y artesanías de la isla.

Dónde dormir: en Lottery Farm de Pic Paradis (loteriefarm.com), antigua plantación de azúcar, rodeada de mucha vegetación. Está en la zona más alta de la isla y tiene las mejores vistas.

Qué comer y beber: para croissants recién horneados, pain au chocolat y un buen café au lait, Sarafina, la mejor boulangerie de la isla, en Marigot Bay. Para vivir un ambiente de carnaval caribeño, debes ir un martes por la noche a Grand Case, del lado francés, donde los restaurantes de la calle principal sacan sus mesas a la calle, hay puestos de pollo y pescado a la parilla y bandas de música que tocan toda la noche. Si te va más la fiesta debes ir a Simpson Bay, del lado holandés: allí encontrarás discotecas y bares, en la calle principal que separa el mar de la laguna.

Cómo llegar: en avión, desde Miami, Nueva York, y de otras islas del Caribe, y dos veces a la semana de París y Amsterdam. Por mar, en crucero, yates privados o de alquiler (horizonyachtchartes.com y moorings.com).

  • SAN BARTOLOMÉ (ST. BARTS)

Lo llaman el Saint Tropez del Caribe por los impresionantes yates que llegan, y porque es común toparse con famosos caminando por las calles de Gustavia. La isla fue sueca durante cien años, fue un puerto próspero libre de impuestos, adonde llegaba todo tipo de mercancía de Europa para abastecer las islas cercanas. Después pasó a los franceses, aunque todavía quedan casas de estilo sueco.

Qué vas a ver: en Gustavia, el puerto principal.Mega yates, bares, restaurantes con mucho ambiente y boutiques de grandes marcas (Gucci, Cartier, Bvlgari, Hermés, Ralph Lauren, etc). Para escapar un poco del mundo artificial puedes subir al Fuerte Karl, en ruinas pero con vistas impresionantes del mar. De ahí, puedes bajar a Shell Beach, darte un baño refrescante en el agua cristalina y recoger algunas conchas para llevarte de recuerdo.

Dónde dormir: en Salines Gardens (salinesgarden.com), agradables cottages y bungalows de 100 a 150 dólares por noche. Si tienes más presupuesto, en el hotel boutique Le Sereno (lesereno.com), de 500 a 800 dólares la noche.

Qué comer y beber: no puedes dejar de ir a Le Select, el bar más antiguo de la isla. Su dueño Maurius tiene noventa años y todavía sigue atendiendo a los clientes. Empezó el negocio en la sala de su casa y después lo fue extendiendo: tiene una terraza muy agradable donde puedes comer hamburguesa a la parilla, papas fritas y una cerveza fría Carib.

Cómo llegar: no hay vuelos internacionales a la isla, sólo puedes llegar desde Saint Maarten en avioneta o en los ferris que llegan en menos de una hora: The Edge en Pelican Marina, Great Bay Express en Philipsburg y My Voyager en Marigot Bay. La otra opción es rentar un velero charter y navegar libremente y anclar frente a Gustavia por cinco euros la noche.

  • SABA

Es una isla volcánica muy fértil, que pertenece a Holanda. Ideal para bucear, ya que está rodeada de arrecifes coralinos donde viven muchas especies marinas.

Qué vas a ver: impresionantes acantilados que bajan hasta el mar. Variedad de especies marinas, barracudas, tortugas, pez león, erizos, morenas y corales, un espectáculo para los que les gusta bucear. Una escalera de piedra con 800 escalones antiguamente era la única forma de subir a la isla porque no había un puerto, todo subían por allí: desde pianos de cola hasta un obispo que subieron a cuestas.

Hay dos pueblos: The Bottom, donde están la mayoría de los edificios administrativos y gubernamentales, además de una escuela de medicina donde llegan estudiantes americanos; y Windwardside, que es más animado. Aquí encontrarás restaurantes, bares, tiendas y supermercados. Tiene casas blancas con tejados rojos, jardines muy cuidados y calles limpias. El volcán de 888 metros, Mount Scenery, puede subirse al cruzar un bosque tropical cubierto de nubes.

Dónde dormir: en Eco Lodge Cottages, en pleno bosque tropical con vistas al Océano. En Cottage Club, ofrecen casas de campo rodeadas de jardines y palmeras.

Qué comer y beber: sushi de atún con ensalada de arúgula en salsa de soya y jengibre, o un curry de cabra con arroz basmati aromatizado en Saba Seawitch Bar & Grill en Windwardside. Si prefieres un ambiente más informal, prueba el Saba Coffee House en The Bottom y pide un sandwich de cangrejo con un smoothie de mango.

Cómo llegar: por aire, desde Saint Maarten llegas a un pequeño aeropuerto que tiene la pista más corta del mundo. Por mar, con el ferry The Edge que sale también de Saint Maarten. La mayoría de turistas que visita Saba para bucear llegan desde las islas cercanas en veleros privados o charters.

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