Es innegable que el festival Woodstock en 1969 marcó un hito en la historia de los jóvenes: hasta esa década, la mayoría de los adolescentes hacían una transición de la infancia a la adultez casi directa. Los primeros movimientos del rock crearon la noción de adolescencia rebelde, algo que venía gestándose desde mediados de la década de los 50, visible en algunos filmes icónicos como Rebelde sin causa.
Woodstock fue un epítome dentro de esta nueva noción de juventud y reunió todo tipo de bandas musicales y estilos de ser adolescente, siendo los hippies los más icónicos en ese entonces. También este evento marcó una pauta en cuanto a festivales de música y eventos masivos.
Ahora, el lugar donde se realizó este festival, en el distrito de Bethel (estado de Nueva York), alberga un sitio donde la paz, la música y el arte fueran los protagonistas.
Inspirando el arte
Bethel Woods Center nació por iniciativa de Alan Gerry, un neoyorquino que quería mejorar la calidad de vida de su comunidad. En 1990, creó la Fundación Gerry con la promesa de hacer en un futuro un centro dedicado únicamente a las artes y ocho años más tarde, adquirió las más de 144 kilómetros del terreno donde se había realizado Woodstock tres décadas antes.
Lo primero que hizo fue organizar un festival de música llamado Day in the Garden, al año siguiente celebró el aniversario 30 del festival original, que tuvo una recepción mixta por parte del público.
En 2002 la firma de arquitectos Westlake Reed Leskosky diseñó el centro cultural para las artes escénicas Bethel Woods Center, aunque no abrió sus puertas sino hasta 2006, con la Filarmónica de Nueva York inaugurando el evento con un concierto. Desde ese momento, artistas de la talla de Elton John y Lady Gaga se han presentado en este escenario.
¿Cómo disfrutar del centro?
Durante todo el año Bethel Woods Center ofrece actividades que buscan enseñar, inspirar, educar y empoderar a través de las artes y las humanidades.
Este año y durante todo septiembre, Bethel Woods Center ofrece un tour llamado Behind the Scenes, donde muestra a los asistentes el por qué de este proyecto y cómo funciona actualmente.
Entre otras actividades del mes, también habrá conciertos de artistas como DakhaBrakha, un cuarteto de músicos ucranianos, clases de arte al aire libre, yoga, meditación y pilates.
Para Halloween, realizarán un evento especial en el que puedes encontrar calabazas en un recorrido a lo largo y ancho del terreno.
A lo largo del año puedes visitar ell Museo de Bethel Woods, todo un viaje al pasado, a aquél 1969 cuando el festival Woodstock se llevó a cabo. En te recibe el eco de las 45 mil personas que cantaron “No Rain” de Blonde Melon, mientras que los pasillos están llenos de videos y fotografías, y un camión hippie te transporta directamente a la época en la que un festival de tres días de verano cambió el rumbo de los conciertos de música.
El museo abre sus puertas todos los días a partir de las 10 de la mañana y las entradas las puedes conseguir en su página web.
