Pocas imágenes en el mundo nos recuerdan tanto a la navidad como el enorme árbol que todos los años adorna la fachada del Rockefeller Center, en Nueva York. Con el tiempo se ha convertido en un símbolo de Manhattan y la ceremonia para encender sus luces es una tradición imperdible. Este año, el evento se llevará a cabo el miércoles 30 de noviembre y, como de costumbre, tendrá conciertos especiales que serán transmitidos por televisión.
Junto con la pista de hielo, que durante la temporada toma la explanada del edificio, las luces del árbol del Rockefeller Center marcan el inicio de la navidad para los neoyorquinos, quienes no se la toman a la ligera. La celebración ha ido cobrando altura, no sólo literalmente (por el tamaño del árbol), sino por los adornos que lo decoran y los invitados al evento, entre los que estarán Andrea Bocelli, Alicia Keys y Gwen Stefani.
El árbol ha sido colocado afuera del Rockefeller Center cada navidad desde 1931 y por casi un siglo ha reunido a miles de visitantes que se juntan para verlo mientras permanece exhibido. La administración del edificio ha compartido que en los últimos años la cifra de personas que se detienen a verlo ha llegado a ser de hasta medio millón por día.
Una celebración de altura
Para esta navidad se usará un abeto noruego de 25 metros de altura, uno de los más grandes en la historia de la tradición que, sin embargo, se quedó apenas corto de ostentar el récord. Hasta ahora, el árbol más alto que se ha exhibido en la explanada del Rockefeller Center llegó a los 30 metros en 1999.
Como todos los años, el árbol fue seleccionado cuidadosamente por un equipo de jardineros que recorren los bosques e incluso patios traseros de los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. Desde hace algunos años, la búsqueda también cuenta con un registro en línea, donde cualquiera puede enviar los detalles de algún para árbol para que sea considerado. Los requisitos que se toman en cuenta para la selección son la forma, resistencia y, desde luego, el tamaño.
Un árbol de navidad “muy verde”
Lo mejor es que estos gigantescos árboles no se desperdician después de la navidad. Una vez que terminan las fiestas y Nueva York se despide de éste, normalmente durante la primera semana de enero, el Rockefeller Center dona el tronco a Habitat for Humanity, una fundación dedicada a construir viviendas en todo el mundo, que usa la madera en sus proyectos.
Para hacer la celebración más sustentable, desde 2007 se utilizan más de 50 mil luces LED en la iluminación del árbol, reduciendo el uso de electricidad en hasta 1,200 kilowatts por hora. Para lograrlo, se utilizan aproximadamente 8 kilómetros de cable. Los focos permanecen prendidos desde las seis de la mañana hasta medianoche todos los días.
